El Gobierno de Kenia pidió a los jóvenes kenianos que dejen de protestar tras las concesiones y los cambios hechos por el presidente del país, William Ruto, después de semanas de movilizaciones masivas que empezaron para oponerse a una subida de impuestos, pero se transformaron en antigubernamentales.
"Hacemos un llamamiento apasionado a nuestros niños y nuestros jóvenes para que reconsideren sus planes de celebrar manifestaciones ya que se ha accedido a lo que estaban pidiendo", declaró en una rueda de prensa en Nairobi el portavoz del Ejecutivo keniano, Isaac Mwaura.
El portavoz hizo referencia a la retirada del polémico proyecto de ley que motivó inicialmente las protestas y a la posterior disolución del gabinete de Gobierno del presidente Ruto, excepto el ministro de Asuntos Exteriores y el vicepresidente. Así como la destitución del fiscal general.
A principios de julio, el mandatario anunció además una batería de medidas de austeridad, incluyendo la "disolución" de 47 corporaciones estatales o la suspensión de todos los viajes no esenciales de funcionarios estatales y públicos.
Estas medidas, sin embargo, no han puesto fin a las protestas iniciadas el pasado 18 de junio, que han seguido celebrándose tras las concesiones de Ruto, aunque con menos participación y centradas ahora en pedir la renuncia del presidente.
Las movilizaciones, sin líderes definidos e impulsadas sobre todo en redes sociales por jóvenes de la ‘generación Z’ (nacidos entre mediados de los noventa y la primera década del siglo XXI), han sido fuertemente reprimidas por las fuerzas de seguridad, que dispararon gases lacrimógenos, pelotas de goma e incluso munición real contra los manifestantes.
Así, al menos 50 personas han muerto, según la entidad reguladora Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia (KNCHR), mientras 413 han resultado heridas y se han registrado 59 desapariciones forzosas.
El 13 de junio, el gobierno presentó el proyecto de presupuestos 2024-2025 que preveía instaurar nuevos impuestos como un IVA del 16% al pan y una tasa anual del 2,5% a los vehículos particulares.
El gobierno alegaba que esas tasas eran necesarias para dar margen de maniobra al país, muy endeudado, y con el que tenía previsto recaudar unos $2,700 millones.
El 18 de junio anunció la retirada de la mayoría de las medidas, pero el movimiento exigió la eliminación total del texto, hasta que así lo anunció el gobierno el 26 de junio pasado, al día siguiente que decenas de manifestantes irrumpieran y ocuparan el Parlamento en Nairobi, la capital.
Con información de EFE y AFP