La reunión que inició este lunes entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha puesto a la migración como uno de los principales temas a discutir, debido a la gran preocupación por las miles de personas que cruzan a diario la frontera para mejorar sus condiciones económicas.
Sin embargo, en su agenda también está un tema trascendental que se ha vuelto más importante ahora que las autoridades capturaron a Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera conocido como "El Chapo Guzmán", que fue considerado el líder del cártel de Sinaloa.
Y es que el fentanilo es ahora la nueva sustancia que los carteles de la droga han comenzado a producir y distribuir hacia Estados Unidos y que además, está matando con más rapidez a los estadounidenses que los accidentes de tránsito.
Un especial sobre el tráfico de estupefacientes elaborado por The Washington Post y denominado "Cartel RX" indica que las muertes en Estados Unidos por sobredosis de droga superaron las 107,000 en 2021, la cifra más alta de su historia. Pero de ese número, dos tercios tuvieron que ver con el fentanilo.
Además, desde agosto del año pasado, Aduanas y la Patrulla Fronteriza han incautado más de 20,000 libras de fentanilo. Los reportajes del periódico estadounidense señalan que el número de estadunidenses muertos por esta droga se ha disparado 94 % desde 2019 y, en promedio, un estadounidense muere por sobredosis cada siete minutos.
El fentanilo fue desarrollado como un analgésico frente a dolores intensos de padecimientos como el cáncer. Su producción es más barata que la de cualquier otra droga sintética y es vendida sola o mezclada con otras drogas. Sin embargo su efecto es 50 veces más potente que la heroína, por lo que una pequeña dosis puede ser letal.
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Según Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), durante todo el 2022 la cantidad de fentanilo decomisada por fue de más de 370 millones, cifra suficiente para “matar a todos los ciudadanos estadounidenses” según estimaciones de la directora de dicha institución, Anne Milgram.
“La mayor parte del fentanilo traficado por los cárteles de Sinaloa y CJNG se produce en masa en fábricas secretas en México con productos químicos provenientes principalmente de China”, detalló la DEA en un comunicado del 20 de diciembre.