El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, denunció este domingo los ataques que hirieron a varios miembros de las fuerzas de paz de la ONU en el sur del Líbano, según su portavoz, en medio del avance de las fuerzas israelíes contra los militantes de Hezbolá.
"El personal de la Finul y sus instalaciones nunca deben ser objeto de ataques", afirmó Guterres en un comunicado, en referencia a los cascos azules de la organización en Líbano.
"Los ataques contra las fuerzas de paz violan el derecho internacional... (y) pueden constituir un crimen de guerra", añadió el jefe de la ONU, según su portavoz Stephane Dujarric.
"En un incidente profundamente preocupante ocurrido hoy, la puerta de entrada de una posición de la ONU fue deliberadamente violada por vehículos blindados de las FDI" (fuerzas armadas de Israel), añadió el comunicado.
Al menos cinco cascos azules resultaron heridos en los últimos días en los ataques israelíes contra Hezbolá en el sur del Líbano.
La Finul, una misión de unos 9,500 soldados de diversas nacionalidades creada tras la invasión israelí del Líbano en 1978, ha acusado al ejército de Israel de disparar "deliberadamente" contra sus posiciones.
Dujarric instó a "todas las partes", incluidas las fuerzas armadas israelíes, "a abstenerse de cualquier acción que ponga en peligro a los agentes de mantenimiento de la paz".
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, exhortó el domingo al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, a poner "fuera de peligro" a las fuerzas de la Finul y dijo que Hezbolá las estaba usando como "escudos humanos".
La Finul se ha negado a abandonar sus posiciones.