Don’t”. Fue la palabra que formuló el presidente Joe Biden el viernes pasado, contestando a una pregunta sobre el considerado inminente ataque armado de Irán contra Israel. En la noche de viernes a sábado pasado, decenas de cohetes fueron lanzados por el Hezbollah, aliado de Irán, desde Líbano en contra del Estado hebreo. ¿Principio de un ataque masivo o respuesta a la destrucción de una sede diplomática consular en Siria, atribuida a Israel sin que lo reivindicara, el 1 de abril pasado? Sin duda, los riesgos de una nueva escalada en Medio Oriente. ¡Peligro inmediato!
Se multiplican los mensajes de las naciones a sus ciudadanos que viven en el Próximo y Medio Oriente o que pensaban viajar, para que salgan de los países involucrados. Países europeos como Francia o Alemania, o del Golfo Pérsico como Catar, Emiratos Árabes Unidos y otros, lanzaron estos mensajes. La Casa Blanca, desde hace varios días, emite mensaje de alerta sobre un posible ataque iraní contra Israel o sus intereses.
¿Será una sola escalada retórica anunciando una operación orquestada por Teherán contra el Estado hebreo? El ataque del Hezbollah puede ilustrar una respuesta de Irán, que es el único país en el mundo llamando a la destrucción de Israel. Pero desde hace meses lanza cohetes desde sus bases en Líbano. Las alertas actuales van sobre un ataque directo contra el territorio israelí, incluyendo sus intereses en el mundo. El presidente de EE.UU., Joe Biden, reafirmó que pensaba que Irán pasaría "pronto" a la acción y llamó a Teherán a no hacerlo. Además, refuerza sus dispositivos militares en la región.
Las tensiones en Medio Oriente, mientras sigue la guerra entre Israel y el Hamás, son aún más grandes. Por cierto, desde los terribles atentados terroristas del 7 de octubre 2023, la campaña armada de Tsahal (el ejército israelí) contra el Hamás en Gaza sacude la región y las relaciones internacionales. La imagen de Israel está perturbada pero el primer ministro Benjamín Netanyahu sigue, a pesar de las críticas y alertas sobre la situación humanitaria encabezada por la organización de las Naciones Unidas, con su plan de erradicar el Hamás. El 10 de abril pasado, en el campo de Chaati, en el norte de Gaza, un ataque israelí mató a los propios tres hijos y nietos de Ismael Haniyeh, el jefe del Hamás .
Mientras, el primer ministro anunció preparar una ofensiva sobre Rafah en sur de Gaza, donde están concentrados 1.4 millones de palestinos. Washington reafirmó su oposición a esta acción que parece querer seguir planificando Israel. En los Estados Unidos, la guerra contra el Hamás invadió el espacio público y se vuelve amenaza política para el presidente Joe Biden. Sin romper con Israel, debe mandar señales de distancia hacia el primer ministro, mientras la dimensión humanitaria de la guerra toma el paso sobre la legitimidad de un acción israelí después de los atentados del 7 de octubre. Permite una movilización de varios países que componen el "sur global", esta composición heteróclita y conceptual de una organización internacional alternativa y percibido como anti-occidental.*
En este marco tan tenso, con un frente interior en las sociedades involucradas y en el exterior, la Casa Blanca emitió mensaje de fuerte alerta sobre un "inminente ataque" iraní contra israel. ¿De qué se trata? El 1 de abril pasado, un ataque con misiles destruyó un edificio consular iraní en Damasco. No ha sido reivindicado por el Estado hebreo pero Teherán se lo atribuyó de inmediato; 16 muertos, entre los cuales había 7 miembros de los "Guardianes de la Revolución", la fuerza especial e ideológica de la República Islámica de Irán.
Por cierto, Israel, desde el principio de la guerra en Siria, llevó a cabo numerosas operaciones aéreas en Siria. El blanco son los grupos pro-iraníes, muy activos en Siria e Iraq tanto como en Líbano a través del Herzbollah. Se duplicaron desde el principio del conflicto contra el Hamás.
El "guía supremo" iraní, Ayatollah Ali Khamenei, afirmó desde el ataque israelí del 1 de abril pasado en Damasco, que el Estado hebreo será "castigado" por su acción. Por su parte, el canciller Israel Katz le contestó que un ataque desde el territorio iraní llevará a su país a "contestar y atacar Irán". En Damasco murió el general Mohammed Reza Zahedi, jefe de Al Qods para Siria y Líbano. Era seguramente el blanco de un operativo que ilustra la voluntad de desorganizar las fuerzas aliadas al Hamás en el espacio de seguridad inmediato de Israel. Es una estrategia fundamental desde hace años. Por ejemplo, el 3 de enero de 2020, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había autorizado una operación contra el jefe de la fuerza "Al Qods", también emisario del régimen iraní en Irak, general Ghassem Soleimani.
El riesgo de una estabilización iraquí, ahora en el espacio de influencia iraní, era demasiado fuerte. Soleimani murió en la operación realizada con misil y drones. Murió también en el acto Abu Mehdi A Muhandis, el número 2 del "Hachd al Chaabi", la coalición paramilitar pro-iraní e integrada en el estado iraquí.
Es decir, la importancia de los blancos, pérdidas importantes para Irán en su política de influencia en Medio y Próximo Oriente. Iraq ocupa una posición estratégica en esta visión tanto como Siria y Líbano. La amenaza iraní contra Israel es real. Es cotidiana. Más bien, para ambos lo existencial. Es decir, su fuerza tanto militar, operacional como política. Lleva sobre la temática de la disuasión: Israel, sin haberlo nunca reconocido, dispone del potencial último a una vocación nuclear.
Irán lleva a cabo desde decenios un programa de enriquecimiento de uranio indispensable para una arma nuclear. Pero, todavía Teherán, a pesar de sus esfuerzos, no se ha vuelto potencia con esta arma última. Es la razón por la cual, sabiendo usar "el juego de ajedrez", manipula a través de aliados terroristas como los hutíes que amenazan el trafico marítimo mundial en el Mar Rojo. Diariamente, misiles son interceptados por las fuerzas marinas aliadas confrontadas a una agresividad inédita que grupos que operan desde un Yemen en llamas.
Washington advierte sobre una grave amenaza inmediata iraní contra Israel y pudo reiterar, después de un periodo de incertidumbre sobre Gaza, el apoyo "inquebrantable" a Israel, durante una conferencia de prensa, el 10 de abril pasado en la Casa Blanca, a la par del primer ministro japonés, Fumio Kishida.
"Haremos todo lo que podremos para proteger la seguridad de Israel", declaró Biden mientras estaba en comunicación, a través de su secretario de Estado, con las capitales de varios países en relación con Irán. Por cierto, EE. UU. demostró sobre Ucrania y el ataque ruso, que tiene informaciones precisas y muy operacionales. Es la razón por la cual la alerta emitida debe ser tomada en cuenta. La disuasión para desactivar una voluntad de Teherán está más que nunca fundamentada, pero no impide, frente al nivel de tensiones en la región del Próximo y Medio Oriente, que el mundo está reteniendo su respiración.
Politólogo francés y especialista en temas internacionales.
Irán versus Israel: El peligro inmediato
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