El Ejército israelí cree que el incendio que mató a 45 personas en un campo de desplazados en Tal al Sultan, al oeste de Rafah, tras un ataque suyo, fue causado por una explosión de municiones almacenadas en una instalación de Hamás cercana a la que habían bombardeado.
"Esto ha sido un incidente devastador que no esperábamos que pasase. Nuestro Ejército lanzó 17 kilos de explosivo, la mínima cantidad que pueden lanzar nuestros aviones de combate. Nuestra munición por si sola no pudo causar ese incendio devastador", explicó el portavoz del Ejército, Daniel Hagari, que insistió que la investigación todavía no ha finalizado.