La joven Armita Garavand murió este sábado tras pasar 28 días en coma después de un supuesto altercado con las autoridades por no llevar el velo islámico en el metro de Teherán, informó la agencia estatal IRNA.
A principios de octubre, la Organización Hengaw para los Derechos Humanos, con sede en Noruega y centrada en los derechos de los kurdos, afirmó que Geravand fue "agredida" por la policía de la moral y cayó en coma. Otra red de la oposición, IranWire, dijo que Geravand fue ingresada en el hospital con "traumatismo craneal".
Las autoridades iraníes han defendido que la joven de 16 años se golpeó la cabeza tras sufrir una bajada de tensión en el metro de la capital, pero grupos de derechos humanos han denunciado que fue agredida por no cubrirse con el obligatorio velo islámico.
“Desafortunadamente, el daño cerebral le provocó un coma y ha muerto hace unos minutos”, indicó IRNA.
La agencia estatal afirmó que la joven recibió un “extenso tratamiento médico en sus 28 días de hospitalización en una unidad de cuidados especiales”.
Una vez más repitió la versión oficial de que Garavand sufrió el 1 de octubre una bajada de tensión cuando entraba a un vagón del metro, cayó al suelo y se golpeó la cabeza, lo que provocó un paro cardíaco, la disminución de la oxigenación cerebral y un edema en el cerebro.
Imágenes de seguridad difundidas por IRNA muestran como Garavand y dos amigas entran en unos de los vagones del metro de la capital y a continuación dos de ellas salen cargando a la tercera, vídeo que han usado las autoridades para demostrar que no se produjo ninguna agresión.