Los horrores de la invasión rusa al territorio ucraniano parecen no acabar, posterior a la retirada parcial de las tropas al servicio del Kremlin, las autoridades registraron una brutal masacre en Bucha.
Más de 400 cuerpos han sido recuperados de las calles, cunetas, sepulturas improvisadas e incluso muchos fueron dejados en una parte abandonada del sistema de alcantarillas.
“Mucha gente murió por disparos o por esquirlas de obuses, pero al principio no se nos autorizaba a enterrarlos” señaló Anatoly Fedoruk, el alcalde de Bucha, durante una entrevista a la cadena de noticias AFP.
Las impactantes imágenes revelaron cómo los cuerpos están siendo llevados a una fosa común recientemente excavada en los terrenos de la iglesia local.
Posterior a la retirada de las fuerzas rusas se hizo una zanja de 13 metros de largo, según el testimonio de un grupo de periodistas, la fosa aún se encuentra abierta dejando expuestos restos humanos entre la arcilla.
Los cementerios estaban en los alrededores de la zona de fuego complicando el traslado de los cuerpos.
“Aparentemente, había un francotirador que se divertía” señaló Serhii Kaplychnyi, un empleado de la localidad sobre el desgarrador día que encontró más de diez cuerpos en la calle, todos fueron abatidos por un disparo en la cabeza.
“Había un viejo alcantarillado ya fuera de uso. También ahí fueron dejados algunos cadáveres. Ahora vamos a buscarlos” argumentando que no solo los empleados de la municipalidad brindaron sus servicios como sepultureros, sino que los civiles empezaron a enterrar a las víctimas en sus jardines.
Las primeras imágenes fueron recopiladas por Maxar Technologies, en la iglesia de San Andrés y Pyervozvannoho All Saints mismas que fueron tomadas el 10 de marzo.