La Fiscalía del Distrito del Condado de Alameda acusó ayer miércoles a Shane Killian, de 54 años, por el asesinato de cinco miembros de su familia en California, Estados Unidos.
Entre las víctimas se encuentran su esposa, sus dos hijos (uno de apenas 6 años y un bebé), así como sus dos suegros, todos originarios de El Salvador.
La masacre ocurrió el 10 de julio en Kitty Hawk Road, donde según reportes policiales, Shane Killian asesinó a balazos a las víctimas dentro de la casa.
El suegro, gravemente herido, logró llegar a la casa de un vecino antes de perder la vida, dejando una declaración que no ha sido revelada.
Las víctimas fueron identificadas como Brenda Morales, de 36 años, esposa de Killian, y sus papás Miguel Cárcamo, de 70 años y Marta Elena Morales, de 56.
Según contaron los parientes de la víctima, Brenda conoció al sospechoso hace ocho años y hace cuatro se habían casado. De hecho, él ya había visitado San Cayetano Istepeque, en San Vicente, de donde era originaria ella.
El jefe de policía de Alameda, Nishant Joshi, comentó en una conferencia de prensa que Killian enfrenta cinco cargos de asesinato, lo cual podría resultar en una condena de hasta 246 años de prisión a cadena perpetua si es encontrado culpable.
Según fuentes cercanas y compañeros de trabajo de Killian, contaron a medio locales, que existían problemas en la familia relacionadas con la reciente mudanza de los padres de su esposa a la casa en Kitty Hawk Road.
Varias personas han descrito a Killian como alguien con un carácter difícil y que mantenía una relación tensa con su suegro.
Se espera que el proceso contra Shane Killian avance con su comparecencia ante el tribunal de Oakland la próxima semana.
Los familiares de Brenda Morales, esposa del sujeto, piden ayuda económica para poder repatriar los cuerpos a nuestro país.