El jefe del Estado Mayor del Ejército de Israel, Herzi Halevi, repitió este martes el tono amenazador de otros oficiales israelíes, tras el ataque de Irán contra Israel con unos 180 misiles balístico, y prometió una respuesta.
«Elegiremos cuándo (Irán) pagará el precio y demostraremos nuestras capacidades de ataque precisas y sorprendentes, de acuerdo con las instrucciones a nivel político», dijo esta noche Halevi tras una evaluación de la situación.
Además, celebró la falta de «éxito» del ataque masivo, que lo achacó a una combinación de comportamiento civil ejemplar y un sistema de defensa aérea muy fuerte».
Por su parte, el portavoz militar israelí, Daniel Hagari, advirtió a su vez de que el ataque «tendrá consecuencias» y que el Ejército tiene planes para actuar «en el momento y en lugar» que elijan.
Horas antes del ataque, el Ejército había impuesto a la población civil en amplias zonas del centro del país, incluidas las ciudades de Tel Aviv y Jerusalén, nuevas directrices de seguridad, prohibiendo reuniones en el exterior de más de 30 personas y de 300 en espacio cerrados.
Pasadas las 19:30 hora local (16:20 GMT), las alarmas sonaron en todo Israel, con impactos en el centro y sur del país, e intercepciones sobre el cielo de ciudades como Jerusalén, como pudieron comprobar los periodistas de EFE, donde también se oyeron las explosiones de los misiles siendo abatidos.
La Guardia Revolucionaria de Irán confirmó este martes el ataque contra Israel. «Con el disparo de decenas de misiles balísticos, se ha golpeado los objetivos en el corazón de los territorios ocupados», indicó el cuerpo militar de élite en un comunicado, en el que clarificó que la operación es una respuesta a las muertes de Haniyeh y Nasrala.
Al menos un gazatí ha muerto en la ciudad cisjordana de Jericó debido a un impacto de metralla, según la Defensa Civil, y se han producido impactos en edificios y fuegos por la metralla, mientras la Guardia Revolucionaria aseguró que sus objetivos eran todos militares.
Alrededor de las 20:20 hora local (17:20 GMT), el Ejército ya avisó a los israelíes, vía mensajería, que no había más riesgos de ataques y que podían salir de los búnkeres y otros espacios seguros. Poco después, Israel reabrió su espacio aéreo y las calles de Jerusalén recuperaban la normalidad.