Miles de guatemaltecos, en su mayoría indígenas mayas, exigieron este viernes en las calles la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, a quien acusan de violentar la democracia por la persecución contra el presidente electo Bernardo Arévalo.
Portando banderas de Guatemala, azul y blanco, así como carteles para pedir la dimisión de Porras, una multitud protestó frente a la sede del Ministerio Público (Fiscalía), Corte de Constitucionalidad (máxima instancia judicial) y el Palacio de la Cultura, antigua sede de gobierno, en la capital.
Los manifestantes recorrieron a pie varios kilómetros para llegar a esos puntos, tras partir de cuatro accesos de la Ciudad de Guatemala para exigir la salida de Porras, el fiscal Rafael Curruchiche y el juez Fredy Orellana. Los tres figuran en una lista de Estados Unidos de actores "corruptos".
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"Nosotros decimos a estos corruptos que ya no los queremos, su renuncia tiene que ser inminente y no vamos a dar un paso atrás" hasta lograr su salida, declaró un activista que habló por altoparlante frente a la Fiscalía.
Dicha protesta tuvo lugar un día después que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) inhabilitó al partido Semilla de Arévalo, al acatar una orden dictada por el juez Orellana en agosto por supuestas irregularidades en su inscripción. Otra manifestación fue convocada para este sábado.
El partido fue inhabilitado el 28 de agosto por el Registro de Ciudadanos (padrón electoral) por orden judicial, lo que condujo a Arévalo a denunciar un plan de "golpe de Estado" para impedir que asuma el poder en enero de 2024.
Sin embargo, el TSE levantó temporalmente la inhabilitación el 3 de septiembre hasta que culminara formalmente el proceso de elecciones, el 31 de octubre.
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Convocados por grupos de indígena y respaldada por otras entidades de la sociedad civil y de estudiantes universitarios. La marcha pacífica tuvo lugar días después que concluyeron dos semanas de bloqueos de las principales carreteras del país, iniciados el 2 de octubre para demandar la renuncia de los tres funcionarios judiciales.
Respaldado por Estados Unidos, la Unión Europea, varios gobiernos y organismos internacionales, el socialdemócrata Arévalo, de 65 años, considera que los tres funcionarios atentan contra la democracia y buscan evitar que asuma la presidencia el 14 de enero.
Toda la cruzada contra Semilla fue lanzada por Curruchiche luego de que Arévalo dio la sorpresa en la primera vuelta electoral el 25 de junio y pasó al balotaje del 20 de agosto, en que obtuvo un amplio triunfo con su promesa de combatir la corrupción, mal endémico en el país.