El candidato socialdemócrata Bernardo Arévalo arrancó este viernes en Sololá su campaña de cara al balotaje de agosto en Guatemala, en el que enfrentará a la ex primera dama Sandra Torres, tras superar una odisea judicial que puso en peligro su candidatura.
"Van a ser días difíciles de aquí hasta el 20 de agosto, vamos a tener que combatir la mentira y la desinformación", dijo Arévalo ante cientos de simpatizantes indígenas mayas en la plaza del poblado de Sololá, unos 200 km al oeste de la capital guatemalteca.
Con sombrero y un abrigo con bordados típicos indígenas, el candidato aseguró que ya "se empezó a desmoronar el castillo de la corrupción, donde tenían encerrado a nuestro país".
Arévalo inició la campaña 19 días después de dar la sorpresa en la primera vuelta de las presidenciales y tras superar varios obstáculos legales, como una revisión de los escrutinios de los comicios del 25 de junio y una resolución de un juez que inhabilitó su partido Semilla.
El presidenciable aseguró que trabajará con los cuatro pueblos indígenas que integran este país: mayas, xincas, garífunas (negros del Caribe) y ladinos.
"Vamos a construir una verdadera unidad para caminar todos juntos, que nadie se quede atrás y avanzar hacia el desarrollo y esperanza" del país, agregó ante gritos de "Viva Arévalo".
"Van a seguir intentando hacer juego sucio, judicializando la pelea, tratando de distraernos, pero nosotros vamos a seguir avanzando", aseveró en medio de aplausos.
Asimismo, dijo que decisiones del Tribunal Supremo Electoral y la Corte de Constitucionalidad condujeron a "abrir la luz y permitirnos seguir adelante con la campaña, [y] han abierto la puerta para que los corruptos entiendan que este es el fin de sus tiempos".
"En 75 años nos han alejado de la democracia, nos han robado la dignidad", comentó a la AFP la activista indígena Silvia Menchú, en alusión a la revolución de 1944, cuando se derrocó al dictador Jorge Ubico y ganó las elecciones Juan José Arévalo (1945-1951), padre del candidato presidencial.