El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández ya se despidió de su familia en la prisión de Los Cobras, en las afueras de Tegucigalpa y será trasladado este mediodía al aeropuerto de Toncontín, donde se espera un avión de la Administración para el Control de las Drogas (DEA) de Estados Unidos.
Las autoridades hondureñas han confirmado a medios de ese país de que el avión de la DEA se retrasó, pues se esperaba que llegara a las 7 de la mañana de este jueves, pero anoche se les informó del retraso.
Honduras ha preparado un fuerte dispositivo de seguridad para trasladar a Hernández al aeropuerto, donde el avión de la DEA lo trasladará de inmediato a Nueva York, en Estados Unidos, donde un tribunal lo reclama por acusarlo de tres delitos mientras estaba al frente de Honduras: trasiego de drogas y uso y posesión de armas de fuego. El expresidente niega los cargos y afirma que se trata de una "venganza" de narcotraficantes internacionales que a su decir lo han involucrado por haber combatido el tráfico de drogas.
De ser declarado culpable, el expresidente, que gobernó Honduras durante dos períodos, uno de ellos cuestionado porque la Constitución prohibía la reelección, podría enfrentar cadena perpetua.
La Corte Suprema de Honduras avaló la extradición del exmandatario luego que la embajada de Estados Unidos en ese país solicitara el trámite. Antes un juez ya había dado luz verde para el procedimiento.