Un socio del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, condenado por narcotráfico en Nueva York, fue entregado este miércoles a Estados Unidos, una semana después de que la mandataria izquierdista Xiomara Castro pusiese fin al tratado de extradición entre ambos países.
Mario José Cálix fue entregado a agentes estadounidenses en el aeropuerto de Palmerola, 50 km al norte de Tegucigalpa, y subido a un avión que despegó rumbo a Estados Unidos hacia las 11h30 locales (17H30 GMT).
“La nave ya está en el aire”, dijo a la AFP el portavoz de la Policía, Edgardo Barahona.
El presunto narco de 42 años fue trasladado esposado hasta el aeropuerto bajo fuerte vigilancia desde el cuartel de las Fuerzas Especiales de la Policía en la capital, donde estaba preso desde junio.
– “El último proceso” –
La extradición de Cálix probablemente sea la última desde Honduras a Estados Unidos, luego de que fue cancelado el tratado entre ambos países, explicó el portavoz del Poder Judicial, Melvin Duarte.
“De los procesos pendientes, [el de Cálix] es el último que se tramitó hacia Estados Unidos” antes de la denuncia del tratado, dijo Duarte a la AFP.
Solicitado en 2019 por Estados Unidos por tráfico de drogas, Cálix fue capturado el 21 de junio y un juez autorizó su entrega a Estados Unidos el 16 de agosto.
El día de su arresto, el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, indicó que Cálix “pertenece a la estructura criminal del expresidente” Hernández (2014-2022), extraditado poco después de terminar su mandato.
El ministro señaló además que otros 15 hondureños pedidos por Washington están prófugos.
Cálix, alias “El Cubeta”, fue solicitado en extradición por la Corte del Distrito Sur de Nueva York, la misma que en junio condenó al exmandatario derechista hondureño a 45 años de cárcel por delitos de narcotráfico.
– Fin del tratado –
La extradición se realizó una semana después de que Castro cancelara el tratado, que estaba en vigor desde 1912 pero empezó a ser aplicado en 2014.
Era el arma más poderosa para combatir el narcotráfico, según analistas, pues permitió la entrega de medio centenar de traficantes hondureños a Estados Unidos desde 2014. Según los términos del tratado, éste dejará de existir el próximo 28 de febrero.
La oposición afirmó la presidenta eliminó el tratado para proteger a miembros de su gobierno y de su familia.
En cadena de radio y televisión, Castro afirmó el martes que “la paz y la seguridad interior de la república están en riesgo […] por un nuevo golpe de Estado que el pueblo debe detener”. Días antes, insinuó que Washington pretendía usar el tratado contra jefes militares hondureños.
La mandataria ordenó denunciar el tratado el 28 de agosto después de que la embajadora estadounidense en Tegucigalpa, Laura Dogu, criticara una reunión de jefes castrenses hondureños -incluido un sobrino de ella- con un ministro venezolano sancionado por Washington por narcotráfico.
Su cuñado Carlos Zelaya -hermano de su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, derrocado en un golpe de Estado en 2009- fue señalado de reunirse con narcotraficantes en 2013 para financiar la campaña electoral de ese año.
Carlos Zelaya renunció el sábado como diputado y secretario del Congreso, tras declarar ante la fiscalía. Un video de la reunión con los narcos fue publicado este martes por un portal especializado en criminalidad.
El hijo del diputado, José Manuel Zelaya, renunció el mismo sábado como ministro de Defensa por el “honor” de su padre.
– ONG exige renuncia de Castro –
La directora de la ONG Consejo Nacional Anticorrupción, Gabriela Castellanos, exigió a Castro “su renuncia del cargo” debido a las “serias acusaciones de narcotráfico” contra su entorno familiar.
Castellanos, crítica del actual gobierno, afirmó que las explicaciones de la mandataria en una cadena nacional el miércoles “no hará que la ciudadanía olvide que seguimos en un narco-Estado”.
Al presentar los cargos contra Hernández, la fiscalía estadounidense aseguró que el exmandantario había convertido a Honduras en un “narco-Estado”.
El hermano del exgobernante, Antonio “Tony” Hernández, fue condenado a cadena perpetua en 2021 por narcotráfico “a gran escala” en Nueva York, tras ser capturado en 2019 en el aeropuerto de Miami.
“Xiomara encubre a los miembros de su familia ligados al narcotráfico, inventa conspiraciones militares inexistentes, y diseña la trama de autogolpes”, dijo este miércoles en un comunicado el opositor Partido Nacional, la formación derechista que lideraba el expresidente Hernández.