Abogados, políticos, activistas, familiares y habitantes de Texas en general intentan agotar todas las vías para parar la ejecución de Melissa Lucio, una madre latina, con 14 hijos, condenada a pena de muerte, y cuya ejecución está programada para el 27 de abril.
A mediado de la semana, esta mujer de 54 años condenada según la defensa injustamente por la muerte de su hija de dos años, fue puesta bajo estrecha vigilancia en la cárcel de Mountainview, en Texas donde permanece detenida.
"Melissa ha sido puesta bajo lo que llaman vigilancia para evitar el suicidio", dijo a la agencia Efe Sandra Babcock, una de sus abogadas, que explicó que se trata de un protocolo penitenciario que se activa una semana antes de la fecha de la ejecución.
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Este viernes, el legislador del Senado de Texas Eddie Lucio pidió a los habitantes de esta región estadounidense que se movilicen para evitar que la ciudadana de origen mexicano sea ejecutada el próximo miércoles.
Eddie Lucio (sin relación de parentesco con la condenada) ha sido uno de los senadores texanos que más se ha movilizado para convencer a otros veinte colegas de la cámara alta de Texas del Partido Demócrata y del Republicano, para solicitar un aplazamiento formal de la fecha de la ejecución.
5 miembros del jurado se arrepintieron de haberla condenado en su juicio en 2008. La estadounidense-mexicana #MelissaLucio está en el corredor de la muerte en el estado de Texas, EEUU. Solo quedan unos días antes de su ejecución el 27 de abril. #SaveMelissaLucio pic.twitter.com/FLZH3bzcPV
— Alex Anfruns (@AlexAnfruns) April 23, 2022
"Queremos que todo el mundo responda" dijo a Efe Lucio, antes de pedir a los ciudadanos que hablen con organizaciones civiles o se pongan en contacto con sus representantes políticos locales "para enviar un mensaje fuerte" al gobernador, al fiscal o al sistema penal del estado de Texas, "porque siempre hay tiempo", subrayó.
El político se reunió hoy en Harlingen (Texas), el pueblo natal de Melissa Lucio, con su madre Esperanza y varios miembros de su familia para rezar juntos el rosario.
La tortura de esperar la muerte
Babcock, quien habló con Melissa a una semana de la ejecución denunció que está sufriendo una "tortura" y que su situación en corredor de la muerte es ahora "incluso más difícil, porque es cada vez más consciente de que la fecha de la ejecución se acerca y no sabe qué va a pasar".
"¿Debe prepararse para morir o debe mirar hacia adelante, hacia la vida? Nosotros no tenemos ninguna manera de decirle qué va a pasar, porque no tenemos el poder de tomar una decisión", agregó en una entrevista a través de Zoom.
No obstante, la abogada indicó que Melissa es una persona que siempre "trata de ver el lado positivo de la vida" y que habló con ella de su fe.
"Está muy animada por todo el apoyo que ha recibido, pero se preocupa mucho por sus hijos. Está realmente preocupada por lo que podría pasarles si fuera ejecutada", declaró Babcock, que indicó que Lucio está muy molesta con la prisión por la vigilancia constate a la que está ahora sometida.
Al igual que el resto de su equipo de abogados y de muchas organizaciones civiles que han abordado el caso de Lucio, Babcock está convencida de que Lucio es inocente y que "la muerte de su hija no fue un homicidio, sino un accidente".
Melissa Lucio, de origen mexicano, fue sentenciada a muerte en Texas en 2018 por el asesinato de su hija , de 2 años quien murió dos días después de una trágica caída por las escaleras de su casa.
Las investigadores establecieron que la muerte fue el resultado de una paliza y no por lesiones provocadas por la caía ocurrida en 2007, señalaron que habían indicios de agresión en la menor por lo que fue puesta en custodia de inmediato.
Durante 15 años, la mujer ha mantenido su inocencia y asegura que el crimen por el que se le acusa nunca ocurrió.
La defensa ha alegado que el Estado nunca presentó evidencia de que la mujer maltratara a sus hijos, incluso registros de los Servicios de Protección Infantil muestran que los 9 hijos que la mujer tenía en aquella fecha nunca dijeron que ella fuera violenta con ellos. No hubo evidencia física que mostrara lo contrario ha reiterado la defensa.