Diego Uribe, el hispano acusado por el asesinato de seis miembros de su familia en Chicago en 2016 a quienes disparó, golpeó y apuñaló, fue condenado este lunes a cumplir cadena perpetua.
Durante la lectura de sentencia, la defensa presentó al juez algunos atenuantes como que el acusado no tenía antecedentes penales antes de perpetrar la matanza y que había mantenido a su hijo de siete años este tiempo atrás. Señalaron que apelaran la decisión del juez.
La Fiscalía por su parte consideró que aunque se presente la apelación no considera que la condena se vaya a revertir pues está sustentada en pruebas contundentes que demuestran su culpabilidad. En los argumentos finales la Fiscalía presentó fotografías de las víctimas, entre las cuales hay dos niños, y el testimonio de la novia de Uribe, Jafet Ramos, cómplice en el múltiple crimen.
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Diego Uribe y Ramos llegaron un día de febrero de 2016 hasta la casa de la familia Martínez Cruz en la cuadra 5700 sur de la avenida California, en Gage Park para robar dinero. Las investigaciones determinaron que las cosas se salieron de control por lo que Uribe empezó a matarlos uno a uno hasta terminar con los más pequeños.
Según la Policía el caso estaba relacionado a una extorsión. La pareja buscó dinero en la casa. En su testimonio Ramos dijo que Uribe subió al ático con su tía para exigirle que le entregara todo el dinero que había en la casa apuntándole con una arma, forcejearon y fue entonces que Uribe le disparó. Degolló a su tía, a su hermano, la matriarca de la familia, su esposo, y a dos niños que eran sus primos.
Las víctimas fueron identificadas como Rosaura Martínez, de 58 años; su esposo Noe Martínez, de 60; su hijo Noe Martínez Jr, de 38; y sus nietos Leonardo Cruz y Alexis Cruz, de 13 y 10 años respectivamente, quienes murieron a raíz de las heridas causadas.
Dos días después los cuerpos fueron encontrados tras una alerta ciudadana. Uribe y Ramos fueron acusados por 943 delitos de homicidio en primer grado.
Al inicio Uribe no aceptó los cargos y se declaraba inocente. En el cuarto día del juicio la Fiscalía presentó videos al jurado del interrogatorio que le hicieron tras ser detenido y cómo reaccionó cuando detectives le dijeron que encontraron ADN de su cuerpo y sangre en la escena. Finalmente el hombre, entre lágrimas, se declaró culpable.