El Gobierno que preside Daniel Ortega en Nicaragua apunta a "un modelo de adoctrinamiento más que de educación" con el cierre de 27 universidades privadas en los últimos dos años, a las que luego ha convertido en centros de educación superior estatales, según un análisis del Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (Cetcam) enviado este sábado a EFE.
"El acelerado control que los Ortega-Murillo han venido imponiendo sobre las universidades y otros centros educativos apunta a un modelo de adoctrinamiento más que de educación, en el que los estudiantes aprendan la 'verdad' incontaminada que" el Ejecutivo "ha pretendido imponer sobre toda la sociedad nicaragüense con sus discursos y narrativas", valoró el Cetcam en su análisis.
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Para la Cetcam, un centro de pensamiento integrado por investigadores centroamericanos de distintas disciplinas, con sede en Costa Rica, de lo que se trata "es que toda Nicaragua tenga un pensamiento único".
"Hay algo más en el trasfondo de las confiscaciones de universidades y tiene que ver con extender el control a los jóvenes universitarios", advirtió.
Mantener bajo control y vigilados a los jóvenes
Según ese análisis, el Gobierno sandinista sabe que "el descontento ciudadano se ha extendido y profundizado entre toda la población, pero especialmente entre las nuevas generaciones de jóvenes que, además de experimentar la represión más cruda y violenta desde 2018 hasta la actualidad, están viendo cómo sus posibilidades de futuro están truncadas en Nicaragua".
Los jóvenes y los universitarios, en particular, tienen hoy en día "sus oportunidades sumamente reducidas, tanto en el ámbito laboral como educativo; y con un sistema que los empuja a migrar en busca de mejores condiciones para ellos y sus familias a costa de la separación y la distancia", sostuvo ese centro de pensamiento.
"En la lógica del proyecto político de continuidad dinástica de los Ortega-Murillo, estos grupos de jóvenes se convierten en una amenaza en tanto son, inevitablemente, portadores de cambio", anotó.
En ese sentido, razonó el Cetcam, "tienen que mantenerlos bajo vigilancia y control a fin de que no expresen públicamente su descontento, alentando a otros sectores de población".
"Convertidas en centros de adoctrinamiento más que de educación superior, el control de las universidades por parte del régimen tiene implicaciones para el desarrollo del país porque afecta directamente la calidad de la educación superior", alertó.
"Con eso el futuro del país y de las generaciones venideras se encuentra seriamente comprometido", valoró.
Al menos 27 universidades privadas han sido clausuradas
Según Cetcam, las universidades nicaragüenses se convirtieron en "blancos de la represión de los Ortega-Murillo inmediatamente después que iniciaron las protestas de 2018 por la participación de los jóvenes estudiantes".
"Esto ha significado el cierre de 27 universidades desde diciembre 2021 hasta agosto del 2023 y se estima que la cantidad de estudiantes afectados alcanza ya casi los 43.000", incluidos 5.000 de la Universidad Centroamericana (UCA), puntualizó.
La jesuita UCA de Managua, considerada uno de los últimos bastiones de libertad de pensamiento en Nicaragua, fue disuelta y expropiada el 17 de agosto pasado tras ser acusada por el Ministerio Público (Fiscalía) de ser un "centro de terrorismo".
El Gobierno nicaragüense publicó un día después en el Diario Oficial La Gaceta un acuerdo del Ministerio de Gobernación en el que se aprueba la cancelación de la personalidad jurídica de la UCA, otorgada el 13 de agosto de 1960.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se acentuó tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio