Para Lavrovski, es lamentable que gobiernos alrededor del mundo no se sumen a condenar los crímenes de guerra de las tropas rusas, ordenados por el tirano de Moscú, Vladimir Putin.
Uno de esos países es El Salvador, cuyo gobierno se ha mantenido "neutral" ante la invasión no provocada y los crímenes de guerra cometidos por el Kremlin en Ucrania en al menos cuatro ocasiones: dos en Naciones Unidas y dos en la Organización de Estados Americanos.
Esto a pesar de que países amigos de El Salvador pidieron al gobierno de Nayib Bukele condenar este ataque y colocarse del lado de las principales democracias del mundo que repudian la invasión.
El Salvador se abstiene junto a Cuba, Irán y Nicaragua de condenar a Rusia en Naciones Unidas
Si bien desde la perspectiva ética esto es inexplicable, este joven recomienda a los países latinoamericanos revisar cuáles son los posibles vínculos de sus países con la tiranía de Moscú.
“No hay que creer las mentiras” del aparato de propaganda ruso, advierte, y añade que “hay que vigilar a cada gobierno porque Rusia gasta mucho dinero para crear un imperio digital” alrededor del mundo.
Lavrovski ilustra esta opinión con los casos de Bielorrusia y Kazajistán, donde Putin ayudó a sus gobernantes a reprimir las protestas en su contra. Además, menciona a Siria, a cuyo mandatario apoyó el presidente ruso pese a sus graves crímenes.
Finalmente, hace referencia a Nicaragua y Venezuela, países latimoamericanos que reciben grandes apoyos de Moscú a cambio de su apoyo.