Nuevamente el nombre de Joaquín “Chapo” Guzmán, fundador del Cártel de Sinaloa (CDS), vuelve a acaparar los titulares al quejarse abiertamente de los supuestos malos tratos recibidos en la prisión de máxima seguridad de ADMAX Florence, ubicada en Colorado.
El narcotraficante mexicano que actualmente cumple una condena a cadena perpetua en Estados Unidos, presentó una declaración jurada, donde se incluyó una demanda civil, enviada al fiscal general Merrick Garland, al igual que a Michael Carvajal, director de la Oficina Federal de Prisiones (BOP por sus siglas en inglés), según el portal Prensa Libre.
Entre las quejas el “Chapo” señala:
“Dolores de cabeza, pérdida de la memoria, calambres musculares, estrés y depresión (…) Cada noche esto causa que mi corazón comience a latir rápidamente, elevando mi presión arterial. He presentado este problema al personal, pero nadie ha hecho algo”.
Según Guzmán Loera en una ocasión los custodios no le dieron a tiempo los implementos necesarios para tratarse una infección por hongos en los pies, a raíz de compartir el cortaúñas con otros reclusos.
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Argumentando que su tratamiento llegó demasiado tarde y ya había perdido una de sus uñas.
También criticó las constantes revisiones de los guardias en su celda, para evitar que se fugue, calificándolas de “insanas” y afirmó que vive en condiciones infrahumanas. Actualmente Guzmán Loera se encuentra una la llamada “Unidad H”, donde van los prisioneros más peligrosos y solo cuenta con una pequeña ventana donde se entregan los alimentos.
Guzmán Loera tiene un amplio récord, se fugó en dos ocasiones de penales de máxima seguridad en México; la primera vez fue oculto en un carrito de ropa sucia, con la ayuda de los custodios del lugar. En la segunda ocasión se escapó a través del polémico túnel que construyeron sicarios para sacarlo, finalmente fue extraditado a Estados Unidos en 2017.