Más de 40 funcionarios carcelarios que habían sido tomados como rehenes por presos en Ecuador fueron liberados, pero 136 siguen retenidos en medio de una de las peores arremetidas del narco en el país, informó el sábado la autoridad que administra las prisiones (SNAI).
Un grupo de 24 guardias y 17 empleados administrativos "fueron liberados", mientras que 133 vigilantes y tres empleados siguen como rehenes, indicó el SNAI en un boletín. En el balance anterior, 175 funcionarios carcelarios permanecían retenidos por bandas desde que el domingo estalló una ola violenta que en seis días deja 19 muertos, según cifras actualizadas.
Buscan sobrevivientes tras alud que dejó 33 muertos en Colombia
Puntos "calientes"
En los últimos días los soldados han patrullado las zonas denominadas como puntos calientes, puntos estratégicos y zonas concurridas. Un soldado con una máscara de calavera se planta frente a un taller de reparación de neumáticos y observa desafiante. En actitud alerta, protege desde esa esquina a sus compañeros a cargo de un retén.
Los comandos trepan al camión y arrancan hacia otro punto "caliente", donde el conductor de un automotor que abastece de tanques de gas los recibe al toque de bocina. "Bien, bien, no desmayen", los anima.
Recorren a pie las calles, formando columnas en ambos lados, y descienden por descuidados pasajes escalonados, en los que la hierba gana espacio al cemento. Al final, una hija de Luz Cumbicos sale al encuentro de los militares y les entrega un racimo de bananos.
Para el "hambrecita", indica la anciana, vestida con un delantal de cocina rojo y en la mano izquierda una col recién cosechada.
El presidente Noboa declaró beligerantes a una veintena de bandas mafiosas integradas por unas 20.000 personas tras una de las peores arremetidas del narco que en seis días deja un balance sangriento: 18 muertos, motines en cárceles, guardias penitenciarios retenidos por presos, policías secuestrados, ataques con explosivos y vehículos incendiados.
Isabel Camacho, de 83 años, se queja de la violencia que esta semana obligó a su hija a cerrar el taller de costura: "A los que hacen demasiado daño, mejor que los maten".