Roberto Jefferson, un exdiputado brasileño aliado del presidente, Jair Bolsonaro, ingresó a la prisión común esta madrugada de lunes luego que él disparará un fusil y granadas una noche antes contra agentes de la Policía Federal que intentaban arrestarlo.
Jefferson, se ha caracterizado por ser un controvertido exparlamentario que ha sido aliado de todos los gobiernos brasileños en las últimas dos décadas, su ingreso al presidio de Benfica, en Río de Janeiro, se dio horas después de resistirse a una orden de detención expedida por la Corte Suprema.
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Bolsonaro intentó desligarse de la situación tildando de “bandido” al exdiputado e incluso afirmó que no habían fotografías de ambos para llamarlos aliados, a pesar de existir imágenes de ambos abrazados en un acto en la Presidencia, esto a solo una semana de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
En el ataque dos policías resultaron heridos por esquirlas de granada, Jefferson se había atrincherado en su residencia en Levy Gasparian, una pequeña ciudad en el interior del estado de Río de Janeiro, y tan sólo se rindió ocho horas después.
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Los agentes pretendían cumplir con la orden de arresto expedida por la Corte Suprema después que el exdiputado y el principal líder del Partido Laborista Brasileño (PTB), incumpliera las exigencias de la prisión domiciliar con la que se le había beneficiado.