El día de ayer en la madrugada, un grupo de criminales llegó a una discoteca en Tegucigalpa, Honduras, para asesinar al hijo del expresidente del país Porfirio Lobo Sosa y a otras tres personas que se encontraban con él.
Durante el asalto armado, uno de los criminales fue herido de bala, presuntamente por el guardaespaldas de Said Lobo, Norlan Rivera, quien también murió asesinado por los hombres.
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La policía montó una búsqueda para encontrar a los sospechosos de los que se sabía que uno fue herido de bala por los videos de seguridad del lugar.
El sujeto identificado como Isaac Almendares, fue ingresado unos veinte minutos después de recibir el tiroteo en una clínica privada. El hombre murió por una herida que causó una “obstrucción de arteria femoral” informaron al periódico El Heraldo de Honduras.
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Almendares falleció momentos antes de hacerle una cirugía porque no logró llegar al quirófano. Su cuerpo fue retirado del centro asistencial envuelto en sábanas por las mismas personas que lo llevaron.
No se esperó que llegaran los servicios forenses o el Ministerio Público y al momento de que la Policía Nacional y los equipos de DPI llegaran al lugar, el cadáver ya había sido retirado.