Alberto Cortez, catedrático y académico de la Universidad de Costa Rica explica cómo el ganador de la segunda vuelta electoral es incierto y qué pasaría si gana uno u otro.
Hay un empate técnico entre los dos candidatos en segunda ronda.
Hay para todos los gustos. Tomo en serio las encuestas de las dos universidades. Una coloca arriba a Chaves por tres puntos, pero con el margen de error es un empate.
Lo que es cierto es que parece indicar que ha habido una reducción de la diferencia y hemos tenido un movimiento en el que quien está perdiendo un poco más de votos es Chaves y con un porcentaje de indecisos que está subiendo.
Todavía hay mucha duda. Es complicado y posiblemente lo que vamos a tener es una parte de esos indecisos decidiendo frente a la urna, que no es nuevo. Por la volatilidad que se ha ido desarrollando en las últimas tres elecciones en Costa Rica, el porcentaje de personas que toma la decisión en los últimos tres días o el día mismo de la elección es significativo, lo suficiente para dejar mal paradas a las encuestas.
¿Quién tiene más posibilidades?
Creo que es arriesgado decir quién va a ganar, porque queda un número importante de indecisos y no hay claridad de hacia dónde se van a inclinar esos indecisos.
TAMBIÉN: Elecciones en Costa Rica: entre el populismo y el pasado con manchas de corrupción
El resultado es altamente incierto. Estás con un candidato que provoca preocupación y miedo en ciertos sectores que es Chaves. Y un candidato que tiene un gran rechazo por su trayectoria y pasado de corrupción que es Figueres.
¿En qué sector da miedo Chaves?
En sectores que lo perciben como un populista, como un hombre que tiene un comportamiento tóxico en términos de su relación con las mujeres y que eso podría envalentonar a los machos tóxicos de nuestra sociedad como lo hizo Trump en Estados Unidos.
Es decir que dé alas a la gente para el abuso, para el acoso. Esa es una preocupación que hay en ciertos sectores de capas medias o que tienen sensibilidad en estos temas que no es un grupo pequeño.
También hay preocupación por un estilo, digamos vertical y de populismo autoritario a la Bukele, eso también es leído por ciertos sectores. No voy a decir que es un sector mayoritario, pero como la elección termina siendo muy ajustada, que sea un 10, 15% de la población, digamos más de una sensibilidad más progresista ese sector si en vez de votar nulo o abstenerse termina votando mayoritariamente por Figueres eso podría cambiar el resultado. No es un tema menor.
¿Cómo encajaría un líder populista en Costa Rica?
Es difícil predecirlo pero a diferencia de Bukele, Chaves llegaría muy maniatado porque él tiene una fracción que al igual que la que tenía el presidente Carlos Alvarado era la tercera fracción dentro de la Asamblea. Va a tener una Asamblea mayoritariamente en contra.
Acá la Asamblea tiene 57 diputados y ellos tienen 9. Con eso no le da ni para el arranque.
El otro elemento es la ciudadanía. En este país hay una sociedad civil organizada ahorita venida a menos por la pandemia. Si en realidad se perfila una amenaza grave al estado social de derecho pienso en que eso va generar una situación de alta conflictividad durante la gestión de este señor.