Ucrania criticó este miércoles a sus aliados occidentales por el cierre temporal de sus embajadas en Kiev ante el temor a un bombardeo ruso masivo, después de que Ucrania disparara misiles estadounidenses de largo alcance contra Rusia.
Las embajadas de Estados Unidos, España, Italia, Hungría y Grecia anunciaron el cierre de sus instalaciones debido a la posibilidad de un ataque aéreo ruso, en un contexto de escalada entre Rusia y Ucrania.
La embajada de Estados Unidos señaló en su página web que "recibió información específica de un posible ataque aéreo significativo el 20 de noviembre". "Por precaución, la embajada estará cerrada y se dio instrucciones a sus empleados para refugiarse en el lugar", indicó.
Un portavoz de la cancillería ucraniana, una ex república soviética, pidió a los aliados occidentales que eviten incrementar "la tensión" con el cierre de sus delegaciones.
"La amenaza de ataques (...) lamentablemente es una realidad cotidiana para los ucranianos desde hace más de mil días", apuntó el portavoz, en referencia al conflicto que se inició el 24 de febrero de 2022 con la invasión rusa.
La inteligencia militar ucraniana (GUR) afirmó que Rusia está llevando a cabo una guerra "psicológica" con mensajes falsos que circulan en las redes sociales sobre bombardeos inminentes.
Amenaza nuclear rusa
Ucrania empleó por primera vez el martes misiles balísticos estadounidenses de largo alcance ATACMS contra Rusia, que prometió responder "en consecuencia".
Ese mismo día, el presidente ruso, Vladimir Putin, firmó un decreto que amplía las posibilidades en las cuales su país podría recurrir al uso de armas nucleares.
Esas posibilidades incluyen el recurso a armas nucleares contra un país sin ellas, como Ucrania, pero apoyado por una potencia nuclear, como Estados Unidos.
Ese cambio "descarta de facto la posibilidad de derrotar a las fuerzas armadas rusas en el campo de batalla", señaló el miércoles el jefe de la inteligencia exterior rusa, Serguéi Narishkin, sugiriendo que Rusia recurriría a la bomba atómica antes que arriesgarse a ser derrotada en una guerra convencional.
Washington, París, Londres y la Unión Europea denunciaron una actitud "irresponsable". Ucrania instó a sus aliados a "no ceder al miedo".
EEUU quiere "prolongar la guerra"
Además de la autorización para usar sus misiles de largo alcance, visto como un giro estratégico importante a pocas semanas de la toma de posesión del presidente electo Donald Trump, Washington anunció su intención de suministrar a Ucrania minas antipersona.
Estados Unidos quiere "prolongar la guerra en Ucrania y está haciendo todo lo posible para lograrlo", denunció el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Un alto funcionario estadounidense indicó a AFP que las minas que se entregarán a Ucrania serán "no persistentes", es decir que contarán con un dispositivo de autodestrucción o autodesactivación.
Los aliados de Kiev esperan que estas armas ayuden a frenar el avance de las tropas rusas en el este de Ucrania.
La Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona (ICBL) -premio Nobel de la Paz en 1997- fustigó esta "terrible" decisión de Estados Unidos y urgió a Ucrania a no aceptar esas armas.
El anuncio de Washington coincidió con la publicación de un informe del Observatorio de Minas, que constató que el número de víctimas de minas antipersona en el mundo aumentó en 2023. Ucrania ya es el país con más minas, según la ONU.
Pekín pide "calma"
China, un estrecho aliado político y económico de Rusia, llamó el miércoles a "todas las partes" a mostrar "calma" y "moderación".
En el terreno, el ejército reivindicó la toma de una nueva localidad en el frente este de Ucrania, cerca de Kurajove.
Por otra parte, Rusia tachó de "ridículas" las acusaciones de su supuesta implicación en el corte de dos cables de telecomunicaciones en el mar Báltico.
Funcionarios europeos evocaron la posibilidad de que se haya tratado de un "sabotaje" y se refirieron a una "guerra híbrida" vinculada a la ofensiva rusa en Ucrania.
A pesar de los crecientes rumores de posibles conversaciones para poner fin al conflicto, no hay señales de que Putin y Zelenski estén cerca de un posible acuerdo.
Zelenski descarta ceder territorio a cambio de la paz, mientras que Putin exige que Ucrania ceda cuatro regiones en el sur y el este como condición previa a conversaciones de un alto el fuego.