
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, habla con la prensa, este 27 de marzo de 2025, en Washington. EFE/Jim Lo Scalzo
La Casa Blanca admitió este jueves que cometió un «error» al utilizar un chat para discutir los planes de un ataque militar en Yemen en el que se incluyó a un periodista por equivocación, pero reivindicó que ha sido «increíblemente transparente» sobre este tema.
«Nunca hemos negado que esto fuera un error, y el asesor de Seguridad Nacional (Mike Waltz) asumió la responsabilidad, y hemos dicho que estamos implementando cambios», declaró a la prensa la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
«Estamos investigando el asunto para asegurarnos de que no vuelva a ocurrir», agregó.
Frente a las preguntas de la prensa por la investigación interna, Leavitt no ofreció nuevos detalles pero defendió que la Casa Blanca se ha mostrado «increíblemente transparente sobre toda esta situación» y aseguró que lo seguirá siendo.
Los mensajes deben conservarse
Un juez federal ordenó este jueves a la Administración de Donald Trump conservar los mensajes del chat de la aplicación Signal en el que funcionarios de seguridad nacional discutieron los preparativos de un ataque a Yemen.
El juez James Boasberg, del Distrito de Columbia, emitió esta orden ante la demanda interpuesta por la organización sin ánimo de lucro American Oversight en contra de varios funcionarios por debatir «planes de guerra» a través de esa aplicación, que autodestruye los mensajes pasado un tiempo.
En concreto, el magistrado instruyó a todas las agencias implicadas a que preserven los mensajes enviados en ese chat entre el 11 y el 15 de marzo, fecha en la que se lanzó el bombardeo contra objetivos de los rebeldes hutíes en Yemen.
Durante la audiencia celebrada este miércoles, el Departamento de Justicia afirmó que el Gobierno ya está trabajando para preservar la conversación de Signal.
La controversia por el chat sobre el ataque a Yemen
El editor jefe de la revista The Atlantic, Jeffrey Goldberg, publicó esta semana que el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, lo incluyó por error en un chat en el que altos funcionarios discutían los preparativos de los bombardeos a los rebeldes hutíes de Yemen del 15 de marzo.

En esa conversación, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, facilitó las horas concretas y el armamento que iba a utilizarse en el ataque, una información que, según The Atlantic, podría haber frustrado la operación si hubiera caído en manos inadecuadas.
La polémica ha desatado un intenso debate sobre si la información compartida en ese chat puede considerarse clasificada y sobre que tan adecuado es que altos funcionarios debatan planes de alta sensibilidad a través de Signal, una aplicación de mensajería encriptada, pero no controlada por el Gobierno estadounidense.
El presidente, Donald Trump, ha restado importancia al asunto y ha defendido a su equipo de seguridad nacional, mientras la Casa Blanca ha arremetido contra el periodista, al que acusa de ser un «reportero sensacionalista anti-Trump».