El socialdemócrata Bernardo Arévalo, que promete una lucha frontal contra la corrupción, ganó este domingo la presidencia de Guatemala, según resultados oficiales tras el conteo de 95% de las mesas de sufragio.
"Afortunadamente ya tenemos una tendencia sumamente importante", dijo la presidenta del Tribunal Superior Electoral (TSE), Irma Palencia, al anunciar que Arévalo cosecha el 59% de los votos mientras su rival, la ex primera dama Sandra Torres, el 36%.
El presidente derechista Alejandro Giammattei reaccionó rápidamente. "Felicito también a Bernardo Arévalo y extiendo la invitación para iniciar la transición ordenada, al día siguiente de que los resultados queden oficializados", dijo en su cuenta de X (antes Twitter).
"La victoria de Arévalo significa una derrota de la vieja política, del oficialismo y de los nostálgicos de la Guerra Fría. Se inicia una época distinta para nuestro país y habrá que estar movilizados para una transición en paz", dijo a la AFP el analista independiente Miguel Ángel Sandoval.
El académico Arévalo de León, de 64 años, lidera el balotaje con 1.9 millones de votos (59 %) obtenidos de los más de 3 millones que han sido digitalizados hasta el momento por el TSE.
Mientras tanto, Sandra Torres Casanova, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), sumaba más de 1.1 millones de votos (36 %) de los resultados preliminares.
Arévalo avanzó de forma sorpresiva en la primera vuelta del 25 de junio, ya que las encuestas lo colocaban en el octavo lugar y desde entonces el Ministerio Público (Fiscalía) intentó cancelar a su partido y evitar su participación este domingo.
Un día de elecciones "transparente y pacífico"
La Corte Suprema anuló el viernes la orden de un juez de inhabilitar a Semilla.
Pero la Organización de Estados Americanos (OEA) expresó su "preocupación" por los planes de la fiscalía de detener a dirigentes de Semilla tras el balotaje.
Sociólogo de 64 años, Arévalo es hijo del primer presidente elegido democráticamente en Guatemala, Juan José Arévalo (1945-1951), y promete seguir la senda de su padre con una fuerte agenda social y de cambio.
Además de la cruzada contra Semilla, la fiscalía lleva adelante desde hace un par de años una campaña contra periodistas y funcionarios judiciales que combatieron la corrupción, y ha encarcelado o empujado al exilio a una treintena de ellos.
Analistas señalan que Guatemala vive un retroceso hacia el autoritarismo como reacción del establishment a la CICIG, un ente creado por la ONU que investigó la corrupción gubernamental entre 2007 y 2019.
En 2019 el entonces presidente derechista Jimmy Morales cerró la CICIG y Giammattei no quiso resucitarla.
"En Guatemala se desestabiliza la democracia desde instituciones carcomidas por la corrupción", dijo a la AFP el rector de la Universidad para la Paz de Costa Rica, Francisco Rojas.
"Una Venezuela"
En un país fuertemente conservador y religioso, Arévalo y Torres descartaron legalizar los matrimonios igualitarios o el aborto, que solo está permitido si hay riesgo para la madre.
Sin embargo, la exprimera dama de 67 años asevera que su rival es ateo -aunque es católico como ella-, que quiere legalizar el aborto, las uniones entre personas del mismo sexo y las drogas. También llamó "huecos" (homosexuales) a los seguidores de Semilla.
Asegura que Arévalo planea hacer expropiaciones y que convertirá a Guatemala "en una Venezuela y en una Cuba".
Arévalo la presentó como "la candidata de la mentira y la desinformación".
Unos 9.4 millones de guatemaltecos estaban habilitados para elegir al sucesor de Giammattei, quien debe entregar el mando el 14 de enero de 2024.