Un caso completamente insólito ha sacudido al mundo, una mujer de 61 años fue diagnosticada con cáncer en el riñón derecho por lo que fue sometida a una cirugía; sin embargo, en el proceso le extirparon el órgano equivocado.
Aída Luz Suhurt, es una jubilada y quién protagoniza la indignante historia en Puerto Madryn, Argentina. La mujer denunció un sanatorio de la ciudad por mala praxis argumentando que los médicos le habían retirado el riñón equivocado durante la cirugía.
La paciente presentaba un tumor en el riñón izquierdo, pero tras despertar de la cirugía se percató del dramático error que habían cometido.
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Según los expedientes presentados por Suhurt, este episodio ocurrió en abril de 2017, por lo que la damnificada como su familia se encuentran a la espera del fallo de primera instancia que tendría lugar en un mes aproximadamente seis años después.
Durante el juicio civil por daños y perjuicios contra ese centro de salud se vieron señalados el urólogo Jorge Bresser y médico un colaborador Martín Piana, hasta la fecha las autoridades han determinado que “el Sanatorio de la Ciudad SRL es responsable por ser la Institución de asistencia médica donde sucedió la incorrecta extirpación ya que tiene la obligación tácita de brindar seguridad por intermedio de los facultativos del cuerpo médico”, detalló el abogado demandante Nicolás Schick.
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El caso
Aída Luz Suhurt, gozaba de una aparente buena salud física y anímica; sin embargo, su médico de cabecera dr. Bresser le había indicado estudios para determinar si ella tenía quistes en los riñones. Los estudios determinaron la presencia de un tumor en el riñón izquierdo.
Hasta ese momento la paciente se encontraba en constante actividad física debido a que podía trabajar en una panadería familiar para obtener un ingreso extra, manteniendo una vida activa disfrutando de paseos, viajes y otras actividades recreativas como el yoga, situación que dio un giro extraordinario tras el error medico debido a que ahora debe recibir atención nefrológica de por vida, someterse a tratamientos psicológicos y convivir con un órgano dañado.