El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, defendió ante el Congreso de los Estados Unidos la imposición de aranceles de hasta el 25 % contras las importaciones mexicanas, canadienses y chinas y amenazo con aumentarlas si estos países actúan en reciprocidad.
"Se aprovecharon de nosotros. Eso ya no sucederá", alegó, argumentando que Canadá y México permiten el trasiego de fentanilo a Estados Unidos.
La sesión fue presidida por Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes, y J. D. Vance, vicepresidente de Estados Unidos, en su calidad de presidente del Senado.
Trump dijo que durante años otros países han usado los aranceles contra Estados Unidos y ahora es el momento "de usarlos contra otros países".
"Vamos a restaurar una democracia genuina en Estados Unidos", afirmó Trump en el estrado. "El país está al borde de una recuperación que el mundo nunca ha presenciado ni nunca volver a ver", sostuvo al detallar logros de su incipiente segundo mandato.
Los republicanos ovacionaban de pie repetidamente. Los demócratas se mantenían sentados. Algunos alzaban rótulos con la leyenda "Musk roba" o "falso".
"Más estadounidenses creen que están en el camino correcto. Es histórico. Hay optimismo en las pequeñas empresas", dijo.
Trump fue interrumpido desde la bancada demócrata, principalmente por los cuestionamientos del congresista Al Green, de Texas, mientras el presidente desaprobaba con la cabeza.
El presidente de la Cámara de Representantes llamó a seguridad y finalmente Green fue escoltado al exterior por guardias de civil. Un pequeño grupo de congresistas vestidos con una camiseta negra que decía "RESISTE" en la espalda también se retiró.
La expresidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, se mostraba sumamente incómoda.
Trump siguió fustigando a su predecesor, Joe Biden, y citando logros de la nueva administración, entre ellos las operaciones de la patrulla fronteriza que han desatado una ola de redadas y deportaciones y ha hecho disminuir los cruces limítrofes. Increpó a la anterior administración demócrata por dejar entrar a criminales con su política de "fronteras abiertas".
"Los estamos sacando", dijo Trump, afirmando que son criminales y pandilleros y por las operaciones felicitó a Tom Homan, el zar de fronteras, y la patrulla fronteriza, así como recordó que declaró organizaciones terroristas a la MS-13, al Tren de Aragua y seis carteles mexicanos de drogas.
También destacó el congelamiento de la ayuda al extranjero, así como suprimir regulaciones federales y hacer que los empleados públicos volvieran a sus oficinas o la designación del inglés como idioma oficial o la nominación del Golfo de México como Golfo de América.
Consideró una "estafa" el Acuerdo climático de París y destacó la salida de EE.UU. de la Organización Mundial de la Salud. "Hemos salido de la corrupta Organización Mundial de la Salud", enfatizó.
Llamó a Joe Biden el peor presidente de la historia de EE.UU. porque, según él, perjudicó la seguridad del país al permitir el ingreso de miles de inmigrantes. "Joe Biden dejó especialmente que el precio de los huevos se descontrolara, y estamos trabajando duro para que vuelva a bajar. Uno de los principales objetivos de nuestra lucha contra la inflación es reducir rápidamente el coste de la energía",
Celebró la supresión de políticas de género o diversidad. "Nuestro país no será de nuevo un país woke". Destacó el liderazgo del multimillonario Elon Musk, al frente del DOGE, el departamento de eficiencia gubernamental. Elon Musk sonreía y aplaudía desde la audiencia.
Anunció que equilibrará el presupuesto federal, suprimirá impuestos por propinas y favorecerá exenciones de impuestos si los vehículos son fabricados en Estados Unidos para promover la industria automotriz local. En este punto, destacó que el fabricante japonés Honda construirá una planta en Indiana. Anunció que despedirán a los burócratas que no llegan a trabajar y cobran.
Protesta rosa
Las congresistas del Caucus de Mujeres Demócratas (DWC, por sus siglas en inglés) asistieron vestidas de rosa al discurso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el Capitolio como señal de protesta contra su gestión.
"El rosa no es solo un color, es un símbolo de protesta, un símbolo del poder y la perseverancia de las mujeres. La verdad es que las mujeres no pueden permitirse el lujo de tener a Trump", publicó en un mensaje en X Norma Torres, congresista demócrata por California.
Desde el DWC explicaron que con este color las legisladoras quieren enfocarse "en la traición de Trump a las mujeres de Estados Unidos en favor de los multimillonarios".
"Nos mantenemos unidas en nuestra ira por cómo Trump y los republicanos están perjudicando a las mujeres y las familias a cada paso para dar recortes de impuestos a los multimillonarios. Todo lo que Trump ha hecho ha aumentado los costos para las mujeres de Estados Unidos", aseguró la presidenta del Caucus, Teresa Leger Fernández, según recoge un comunicado.
Y añadió: "Es importante que Trump, mis compañeros republicanos y la nación comprendan el dolor que está infligiendo a las mujeres y las familias de Estados Unidos".
"Estamos juntas, de rosa y en pie, el color de la Marcha de las Mujeres, el color de la persistencia, mientras seguimos luchando por nuestros derechos. Este es un movimiento por, para y sobre las mujeres", apuntó la vicepresidenta del grupo, Hillary Scholten.
Además, portaban carteles y chapas en las que se podía leer: "Betrayed for billionaires" (Traicionadas por milmillonarios).