Socorristas trabajaban a contrarreloj este sábado para intentar hallar sobrevivientes bajo los escombros de un alud que el viernes dejó 33 muertos en una comunidad indígena del noroeste de Colombia, según el último balance de las autoridades.
"Lamento profundamente el fallecimiento de 33 personas en esta tragedia, en su mayoría niñas y niños, según informes preliminares desde el territorio", escribió en la red X la vicepresidenta Francia Márquez.
Más temprano las autoridades habían registrado 23 muertos y 20 heridos y, en la noche del viernes calculaban unos 30 atrapados bajo los escombros que cerraron la vía que conduce de la ciudad de Medellín a Quibdó.
"Toda la ayuda disponible al (departamento de) Chocó en esta horrible tragedia", escribió el viernes en la red X el presidente Gustavo Petro.
Bomberos, rescatistas, militares e indígenas trabajaban contra el tiempo en la búsqueda de sobrevivientes, mientras allegados de las víctimas lloraban desconsolados en los alrededores.
Una mujer se cubre el rostro en medio de lamentos y, cerca de allí, dos hombres se abrazan entre lágrimas.
"No sé ni qué pensar, estoy aquí preocupado, en la búsqueda de mis familiares", dice a la AFP Andrés Asprilla. Cuatro de sus allegados están desaparecidos.
Desde la madrugada, excavadoras, máquinas para cortar acero, perros rastreadores y decenas de personas remueven el terreno gigantesco que se deslizó hasta la orilla de un río. Los últimos días ha diluviado en esa región pegada al Pacífico, donde está una de las selvas más lluviosas del mundo.
Imágenes compartidas en redes sociales y en canales de televisión muestran el momento en que un pedazo de montaña se desprende y sepulta una fila de automóviles, mientras se escuchan gritos.
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Riesgo de deslizamientos
Son varios los deslizamientos que dificultan el trabajo de rescatistas y bomberos que llegan a la zona.
"Incluso se está haciendo un llamado para que lleguen con helicópteros porque como hay varios derrumbes, es difícil el acceso", dijo una responsable de la gobernación del Chocó a la AFP.
Mientras tanto la carretera quedó partida en dos. A lo largo de la pendiente se observan autos destruidos, árboles arrasados, pantano y piedras. Los socorristas suben cadáveres en camillas, mientras un helicóptero sobrevuela el lugar.
"Aquí estamos desde las tres de la mañana y como a las seis llegaron los organismos de socorro y se empezó con la búsqueda y la sacada de los cuerpos, (...) durísimo", dice con voz entrecortada Sneider Palacios, quien perdió a un primo en el accidente.
"Hacemos un llamado para que se adelanten todas las acciones necesarias, a fin de salvaguardar la vida de las personas que se encuentran en riesgo en la zona", detalló un boletín, de la Defensoría del Pueblo.
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"Profundo dolor"
Con la mañana el sol brillaba sobre el lugar del accidente, los organismos de socorro temen que las lluvias vuelvan.
"17 cadáveres que fueron trasladados desde el lugar de la tragedia" a Medicina Legal (forenses), de los cuales cinco han sido identificados, indicó la gobernación del Chocó en un boletín difundido en las primeras horas de la mañana.
50 soldados y decenas de policias llegaron a la zona para apoyar las labores de búsqueda. Imágenes compartidas por ambas fuerzas muestran uniformados enlodados, recorriendo un terreno pantanoso.
"La señal (de comunicación) en el sitio es muy baja y el clima es complicado", indicó el Ejército en un boletín.