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La importancia de los humedales en El Salvador: Un refugio para la vida silvestre

Los humedales de El Salvador son clave para la biodiversidad y la economía local, pero enfrentan amenazas por contaminación y cambio climático.

Por Emerson Del Cid | Feb 09, 2025- 04:33

El Estero de Jaltepeque es el segundo bosque salado más importante de El Salvador debido a su extensión y biodiversidad. Vídeo: EDH/ Steven Anzora

El Salvador posee 126 humedales a lo largo de su extensión territorial, según el Inventario Nacional de Humedales, del Ministerio de Medio Ambiente. De ese total 91 son continentales, constituidos por lagos, ríos y lagunas;  los restantes 35 son humedales costeros-marinos, formados por manglares y esteros.

Un humedal es un ecosistema donde el agua es el componente predominante y el suelo se satura de esta, creando un entorno híbrido entre lo acuático y lo terrestre. Entre los tipos de humedales se incluyen marismas, manglares, pantanos y lagunas.

El Estero de Jaltepeque es el segundo bosque salado más importante de El Salvador debido a su extensión y alto nivel de productividad pesquera. 

Además, fue designado como sitio Ramsar en 2011, convirtiéndose en el sexto humedal del país en recibir esta categoría por sus características ecológicas. 

Para que un humedal sea considerado como Ramsar, debe cumplir los requisitos que establece en el Convenio de Ramsar, un tratado internacional firmado en 1971 en Irán con el propósito de conservar y hacer un uso racional de de estos ecosistemas, con énfasis en su papel como hábitat de aves acuáticas residentes y migratorias.

“Los sitios Ramsar son los hoteles cinco estrellas de cada país para garantizar que estas migraciones van a tener un lugar donde beber agua, alimentarse y descansar. Muchos sitios pueden ser humedales pero no todos pueden ser sitios Ramsar” explica la bióloga del Fondo Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES), Deysi Herrera.

Deysi Herrera, bióloga de FIAES, es una de las especialistas que monitorea constantemente el estero junto a la institución. Foto EDH/Emerson Del Cid

El reconocimiento de los humedales como sitios Ramsar responde a la necesidad de conservar estos espacios estratégicos, fundamentales para garantizar las migraciones de aves a nivel mundial.

En El Salvador, la Laguna El Jocotal fue el primer sitio declarado Ramsar en 1999 debido a la gran cantidad de aves migratorias que recibe anualmente y reconocido a nivel internacional por ello.

Actualmente, los sitios Ramsar declarados en el país son: la Laguna El Jocotal, Bahía de Jiquilisco, Estero de Jaltepeque, Embalse del Cerrón Grande, Laguna de Olomega, Barra de Santiago, Lago de Güija y Los Cóbanos

El Complejo Jaltepeque es un humedal que posee una extensión de 49 mil hectáreas de las cuales aproximadamente de 8 mil hectáreas son de bosque salado o manglar, ubicados en su estero. 

El resto está compuesto de bosque dulce y espejos de agua. En los bosques salados se genera la reproducción de camarones, peces de distintas especies que garantizan la pesca y la seguridad alimentaria de las comunidades en la zona. 

Los humedales están insertos en la matriz económica y productiva de nuestro país, por ello es de vital importancia su cuido y protección ante los impactos del cambio climático con amenazas como el aumento de temperatura, aumenta la evapotranspiración, pérdida de biodiversidad y la contaminación” señala el director Ejecutivo de FIAES, Jorge Oviedo.

Ana Santana mientras recoge punches en las aguas del Estero de Jaltepeque. Foto EDH/Emerson Del Cid

Herrera considera que la preservación de estos ecosistemas costero-marino, como el manglar del Estero de Jaltepeque, enfrenta problemáticas fuertes

La primera es la deposición de los sedimentos y basura arrastrados por las corrientes de los ríos durante la época de lluvias. En este caso, el Estero de Jaltepeque se ve influenciado por la contaminación del río Lempa puesto que en la bocana de este río hay un canal que conecta con el Estero. 

Los sedimentos incluyen suelo, tierra y arena transportados por la corriente del río. Cuando estos encuentran un área con aguas más tranquilas, se depositan en el fondo, formando bancos de arena que pueden modificar el curso del agua. Además, pueden alterar la profundidad del cuerpo de agua, causando desbordamientos y afectando el ecosistema.

Durante un recorrido realizado por El Diario de Hoy, en compañía con equipo técnico de FIAES, se observó la diferencia entre el agua color verdosa que se observó dentro de los canales del Estero de Jaltepeque y como esta cambia a un color café mientras se aproxima a la bocana del río Lempa. 

En este punto, se observan formaciones de “espuma” que, según explicaciones de la bióloga, se forma por la contaminación de desechos comunes que acaban en los ríos y estos desembocan en el estero y el mar. También basura en otros puntos del bosque salado.

Parte de los desechos vistos en la bocana del río Lempa que conecta con el Estero de Jaltepeque. Foto EDH/Emerson Del Cid

Existen dos técnicas para la preservación y restauración de los bosques salados, según Herrera. La primera es sobre la restauración ecológica del manglar, la cual consiste en reactivar la hidrodinámica del agua por medio de la recolección de troncos, raíces, ramas, arena, quitar acumulamiento de basura que obstruya el flujo natural del agua.

La segunda estrategia es la implementación de planes locales de aprovechamiento sostenible, los cuales buscan la autorregulación y control comunitario sobre la pesca y el manejo del bosque salado. 

También se trabaja en la conservación de especies prioritarias como las tortugas marinas y la concientización sobre el uso del plástico debido a la presencia de distintas aves migratorias y nativas, como la lora nuca amarilla, originaria de la región centroamericana, que anida en los manglares. 

Otras son las garzas blancas y de tigre, Aguililla negra mayor, Martín pescador verde, el Playero canuto, Gaviotín, Espátula rosada, pato voludo, entre otros. Además, los azacuanes (grupo de aves rapaces) que  es la migración más visible y significativa que tiene El Salvador

En 2023, uno de los trabajos realizados por la FIAES, junto a comunidades en el Estero de Jaltepeque, fue la reactivación hidrológica de 40 kilómetros de manglares en la zona de Tasajera, San José de la Montaña.

La bióloga destaca que, si bien las acciones en el Estero y bocana son importantes, es aún más relevante intervenir las cuentas alta y media para reducir la contaminación que llega a la costa

Por su parte, Jorge Oviedo afirma que FIAES contribuye al ordenamiento del humedal, fortalecen a las comunidades para la protección de su entorno, establecen planes de manejo racional del humedal y apoyan a un aprovechamiento controlado del ecosistema.

“Es muy importante fortalecer el trabajo para apoyar el cuido y la protección de los humedales en el país” concluyó el director.

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