La Compañía de Jesús estudia demandar ante instancias legales y de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y de la Organización de Estados Americanos (OEA), al régimen de Daniel Ortega por la confiscación de la Universidad Centroamericana (UCA) y de otras propiedades de la orden religiosa en ese país.
José María Tojeira, exrector de la UCA de El Salvador y nombrado vocero por la Compañía de Jesús con respecto a la problemática en Nicaragua, manifestó al medio católico Religión Digital que analizan esa medida debido a la imposibilidad de realizar reclamos en el vecino país, debido al control que tiene el régimen sobre todos los órganos del Estado.
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"Estamos estudiando posibles denuncias en organismos internacionales, ONU y OEA, que velan por los DDHH, dada la imposibilidad de realizar reclamos o demandas jurídicas al interior de Nicaragua. El problema no es solo con los jesuitas sino con la Iglesia en general", manifestó Tojeira.
El 15 de agosto, el régimen de Ortega confiscó la UCA, al acusar al centro de estudio de promover el terrorismo. Días después, el 19 de agosto, seis sacerdotes jesuitas fueron expulsados de Villa El Carmen, una residencia de los sacerdotes que estaba aledaña al centro de estudios.
Tojeria aclaró que el régimen de Ortega les ha disuelto dos de varias personas jurídicas que tienen en Nicaragua. Una era la que administraba la UCA; y la otra, la que gestionaba fondos para el funcionamiento de las diferentes residencias de los jesuitas.
Aún tienen bajo su control la administración de 2 colegios, el Centroamérica y el Loyola, y la red de escuelas públicas de Fe y Alegría.
El deterioro de la situación
Durante la entrevista con Religión Digital, Tojeira hizo un repaso de como la situación en Nicaragua se ha ido deteriorando y el acoso contra diferentes órdenes religiosas, desde las protestas de 2018.
"La escalada contra la Iglesia viene motivada por la defensa de los derechos de las personas, por las llamadas de la Iglesia a la paz social y el diálogo y por la denuncia profética de la brutal represión de manifestaciones de protesta acontecidas el año 2018", manifestó.
Y a la pregunta ¿Esperan una palabra del Papa Francisco? Respondió: Con respecto al Papa Francisco sabemos de su solidaridad con nosotros. Respecto a palabras públicas el Papa busca siempre que sus palabras no repercutan negativamente al interior de los países que mantienen una dura represión. Defendió muy claramente a Mons. Álvarez, pero entendemos que es complicado para él estar interviniendo públicamente en los conflictos, por las consecuencias que puedan tener para otros. A nosotros nos es suficiente con saber que nos apoya, aunque no lo diga en público.