Fueron el acoso policial y el tener tatuajes artísticos lo que les causó miedo a correr similar o peor suerte, como personas que conocían y que fueron encarceladas en el contexto del régimen de excepción, por el hecho de los grabados en su piel, su edad o porque un día la policía se los llevó. Foto EDH/ Jessica Orellana El joven comerciante muestra sus tatuajes y el grillete que le colocaron las autoridades de Migración. Foto EDH/ Jessica Orellana En solo tres días armaron un viaje hacia la frontera de Estados Unidos, dejando atrás sus prósperos negocios pero, según confiesan, embargados de temor. Foto EDH/ Jessica Orellana Cuando el grillete electrónico se cerró, la pareja sintió "alivio"; aunque quedaron bajo la vigilancia de Migración estadounidenses, sintieron alivio porque llegaron ahí impulsados por el miedo. Foto EDH/ Jessica Orellana En septiembre, la joven pareja salvadoreña (ambos tienen menos de 26 años) el miedo por ellos y por su pequeño hijo, que apenas comienza a hablar, los llevó a emigrar ilegalmente a Estados Unidos. Foto EDH/ Jessica Orellana 8,000 personas capturadas arbitrariamente y liberadas, según datos dados por el presidente Nayib Bukele. Foto EDH/ Jessica Orellana "Después con los ahorros, puse un bar, y había más ingresos… Luego ya pusieron el régimen de excepción y todo se vino abajo", resume Brayan. Él asegura que tenía todos los permisos para el funcionamiento del bar; sin embargo "los policías comenzaban a molestar. Nos decían que nosotros teníamos que pagar una tarifa para que el bar pudiera funcionar, íbamos a las alcaldías a preguntar por qué ponían eso". Foto EDH/ Jessica Orellana Hasta agosto de 2023, en Estado Unidos se contabilizaban 62,000 migrantes con hijos que eran monitoreados a través grilletes electrónicos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés), como parte de la iniciativa conocida como Gestión de Deportación Familiar Acelerada (FERM, por sus siglas en inglés), que permite determinar qué familias cumplen los requisitos para solicitar asilo y cuáles no. Foto EDH/ Jessica Orellana "La verdad, están equivocados en decir que es el país más cool (...) la mitad o más de la mitad de los que venían con nosotros venían huyendo de allá por la misma razón, no era por problemas económicos, porque todos tenían sus vidas, tenían trabajo, tenían sus familias, pero era por el mismo miedo a que el día de mañana, pues los van a detener y pues quién sabe cuándo salgan", dice la joven madre migrante, quien al platicar con El Diario de Hoy tenía un poco más de un mes viviendo en Estados Unidos, con un grillete colocado en su tobillo, al igual que el de su pareja, a la espera de una decisión migratoria que les brinde una oportunidad. Foto EDH/ Jessica Orellana
*Investigación realizada por Evelyn Chacon y Jessica Orellana