Se suponía que la reconstrucción de la escuela del cantón Ceibitas por parte del MINED se demoraría un año; sin embargo, no fue así y los niños tuvieron que seguir en 2024 recibiendo clases en la improvisada escuela que, según padres de familia, no reúne las mínimas condiciones para ese menester.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaPero desde los primeros meses de este año, los trabajos fueron abandonados, aparentemente porque Educación no pagaba los adelantos pautados en el contrato. Los lugareños recuerdan a la empresa constructora por un nombre: Arista. Nada más.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaSegún vecinos del cantón Ceibitas, que a principios de 2023 personal contratado por el Ministerio de Educación (MINED) comenzó la reconstrucción del centro escolar, que imparte clases desde parvularia hasta 6o. grado.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaLas profesoras o autoridades del Ministerio de Educación no han dicho nada sobre la pausa de los trabajos o si los reanudarán pronto.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaLa fosa séptica se ha llenado a la mitad de agua lluvia y en algunos barriles también se ha acumulado agua lluvia y se han vuelto criaderos de zancudos.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaDe hecho afirmaron que algunas cosas recién construidas tendrán que volverlas a hacer o repararlas, pues el paso del tiempo ha comenzado a dañarlas, o tendrán que hacer otro gasto en materiales, como cemento.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaComo en el caso de la escuela del caserío El Alto, del distrito de Anamorós, en el mismo departamento de La Unión, la comunidad lamenta que aunque la infraestructura escolar estaba en condiciones aceptables (aparentemente sólo era de reparar baños y un tanque de agua), Educación se haya comprometido a hacerles una obra que, a casi dos años, no ha completado.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaA la comunidad le parece imposible que los terminen este año, para que en 2025 los niños vuelvan a su escuela.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaMateriales de la reconstrucción se encuentran en los alrededores del centro escolar.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaLeonidas Guzmán, quien es parte de la asociación de desarrollo comunal (adesco) y otros vecinos del cantón Ceibitas, aseguran que antes de que la escuela fuera derribada, había entre 70 y 80 niños matriculados desde parvularia hasta sexto grado.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaEste año, la matrícula bajó mucho. Las mismas fuentes estiman que unos 30 o 40 (más o menos la mitad) estudiantes fueron matriculados en otras escuelas, debido a las condiciones en que reciben las clases desde el 2023. "Hay un zancudero terrible en esa casa", afirmó la madre de un estudiante.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaLo cierto es que ahora el inmueble está enmontado; parte de las construcciones nuevas lucen oxidadas; en el piso de las tres aulas solo está la malla de hierro en el que se montaría el concreto y luego el piso.
Foto EDH/ Lissette Monterrosa¿Y el techo de las tres aulas? Bueno, el techo ya fue colocado, y a los lugareños les parece de lujo, muy fresco, pero así, sin terminar el proyecto, no sirve de nada a la comunidad, que no sabe cuándo el MINED podrá entregar el dinero para que la empresa termine la obra.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaEntre las paredes de lo que serán los baños, se pudo constatar que había bolsas de cemento medio llenas que se han petrificado.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaEn la bodega, afirmó un lugareño, hay más cemento y otros materiales que posiblemente ya no se puedan utilizar.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaEn dos ocasiones, a través de redes sociales, la comunidad ha hecho el llamado al Ministerio de Educación, a la actual alcaldesa del municipio La Unión Sur, al que pertenece el distrito de San Alejo; sin embargo, se han hecho de oídos sordos.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaEl resto del inmueble luce con promontorios de piedra, arena, maleza en algunas partes… nada apto para que los niños puedan jugar o corretear en sus recreos. De hecho, según algunos padres de familia, no pocos niños vuelven a sus casas con golpes o moretones, por caídas cuando juegan.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaEste inmueble se los han prestado desde 2023; pero entre los vecinos del referido cantón se sabe que para el otro año ya no será lo mismo.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaDesde entonces, la escuela fue alojada en un inmueble que tiene dos casas de adobe, cada una con un pequeño corredor. De las dos casas, solo una está ocupada totalmente para las actividades escolares; de la otra solo utilizan el corredor.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaLos padres de familia de Ceibitas temen que la escuela en sí desaparezca, pues ante la incertidumbre, muchos padres han considerado matricular a sus hijos en escuelas de cantones y caseríos vecinos, como hicieron muchos al comenzar el año escolar 2024.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaDesde que comenzó el año escolar 2023, varias decenas de niños del cantón Ceibitas, del distrito de San Alejo, en el departamento de La Unión, reciben sus clases en los corredores de un inmueble facilitado por un lugareño.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaDe la casa que es ocupada por maestras y estudiantes, solo un espacio es ocupado para dar clases, los otros habitáculos son usados como bodega; un montón de cachivaches lucen muy empolvados.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaLas ventanas de la casa usada totalmente estaban abiertas y a través de los balcones fue posible ver qué había dentro.
Foto EDH/ Lissette MonterrosaEl miércoles anterior, un equipo de El Diario de Hoy estuvo en cantón Ceibitas, pero ese día no hubo clases; algunos padres de familia se atrevieron a mostrar las condiciones del lugar que hace las veces de escuela para sus hijos.
Foto EDH/ Lissette Monterrosa¿El baño? Pues este es más bien una de las conocidas como "letrinas aboneras", con cuatro paredes, con dos tazas sin divisiones para niños y niñas, un techo roto y un sucio pedazo de tela rojo que hace las veces de puerta para dar un poco de privacidad.
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MINED deja inconclusa obra de reconstrucción de escuela en La Unión
Desde principios de 2024, la reconstrucción de la escuela del cantón Ceibitas en La Unión, fue abandonada.