A pesar de ello, desde 2023, con el inicio de la construcción de una planta potabilizadora, el lago se ha convertido en una posible solución para la crisis de agua en la capital y en un símbolo de la gestión de Nayib Bukele. Sin embargo, debido a la contaminación el proyecto tuvo que replantearse, optando finalmente por la perforación de pozos para la extracción del recurso.
En las comunidades aledañas, la pesca sigue siendo una actividad cotidiana, aunque el agua del lago es considerada no apta para el consumo. Para sus habitantes, cuyas condiciones de vida no han mejorado significativamente en las últimas décadas, el lago sigue siendo un recurso vital. Mientras tanto, San Salvador, una ciudad sedienta, espera con expectativa los monitoreos de calidad del agua una vez la planta entre en funcionamiento.
Los remos de la lancha de María Esther rompen el agua del lago y resuenan en la oscuridad. Pareciera que son esos golpeteos los que despiertan al sol, que empieza a bañar la orilla llena de piedras pómez.
Foto EDH/Jessica OrellanaMaría Esther, la pescadora que ya sobrepasa los 60 años, ya no sale todos los días a ejotear, como lo hacía en los ochenta. Sus hijos la ayudan con los gastos. Solo sale porque, aunque sabe que hay un riesgo, no se halla sin deslizarse por las aguas de la caldera. Foto EDH/Jessica Orellana María Hernández vive en San Agustín, distrito de San Pedro Perulapán, donde sale a pescar a diario en las aguas de la caldera. Foto EDH/ Jessica Orellana La Virgen Sumergida es uno de los lugares favoritos de los alumnos de buceo (y uno de los lugares que registró indicadores más altos de contaminación según los estudios). Ahí donde el agua se ve más oscura se esconden rocas enormes que hay que bordear. En el verano el agua cambia de color a tonos más amarillentos. Foto EDH/ Jessica Orellana Desde 2023, con el inicio de la construcción de una planta potabilizadora en el cantón Joya Grande, en Santiago Texacuangos, el proyecto se ha convertido en una promesa para paliar la falta de agua en la capital y en un ícono de la administración de Nayib Bukele. Foto EDH/ Jessica Orellana La obra forma parte de un acuerdo de cooperación con la República Popular China, anunciado en diciembre de 2019, por un monto de $40 millones, según los documentos ambientales. El agua extraída de los pozos está destinada a la colonia Altavista y a los distritos que la conforman. Según el documento, ANDA debe garantizar una extracción promedio de entre 246 y 300 litros de agua por segundo para satisfacer la demanda de la zona. Foto EDH/ Jessica Orellana El Lago de Ilopango es el cuerpo de agua dulce más grande del país y el único de tales dimensiones que se ubica en la zona central. Foto EDH/ Jessica Orellana Jeremías Torres, del caserío El Pegadero, una de las comunidades que rodean el Lago de Ilopango, observa con asombro cómo ha visto cambiar el lugar. Durante toda su vida, hasta hace pocos años, fue pescador y fabricante de cayucos. Torres no se imagina viviendo en otro lugar. Foto EDH/ Jessica Orellana ANDA ya extrae agua del lago para posiblemente abastecer comunidades cercanas. El estudio de impacto ambiental menciona brevemente que hay dos plantas potabilizadoras que abastecen la región de agua potable, la de Joya Grande y la de Guluchapa. Foto EDH/ Jessica Orellana El Laboratorio de Toxinas de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas de la UES (Lab-Tox) mantiene desde hace varios años un programa de monitoreo constante de cuerpos de agua dulce. Foto EDH/ Jessica Orellana Según el Catálogo de Cianobacterias publicado por el Lab-Tox, estos organismos son fundamentales para la vida y jugaron un papel clave en la formación de la atmósfera a través de la producción de oxígeno. Sin embargo, no todas son beneficiosas.
En el Lago de Ilopango, el Lab-Tox determinó que, para finales de 2024, la calidad del agua no era apta ni siquiera para actividades recreativas debido a la proliferación de cianobacterias. Foto EDH/ Jessica OrellanaEl Lab-Tox ha detectado más de 200 especies de cianobacterias en distintos cuerpos de agua durante casi una década. Aunque Óscar Amaya, director del laboratorio aclara que su presencia es normal, advierte que algunas especies son tóxicas y potencialmente mortales cuando su concentración aumenta.
Foto EDH/ Jessica OrellanaAna Lilian Robles es maestra que atiende a los niños de educación básica en el Cantón Joya Grande, en Santiago Texacuangos, donde se construye la planta potabilizadora de agua del lago. Foto EDH/ Jessicas Orellana La presencia de metales pesados y cianobacterias ha sido comprobada a distintos niveles de profundidad del lago e, incluso, en sus sedimentos. Algunas tesis universitarias de las áreas de Química y Farmacia han obtenido conclusiones similares: la presencia de metales pesados o de bacterias como Escherichia coli en tilapias procedentes del lago. Los habitantes de la cuenca no beben de su agua, o al menos, eso aseguran ellos. Foto EDH/ Jessica Orellana El empresario de tilapias, David Martínez, cuida 10 jaulas y realiza viajes en lancha para los turistas. Tres comunidades, cuya calidad de vida no ha mejorado ostensiblemente en las últimas décadas, dependen de un espejo de agua dulce que también representa la esperanza para una urbe sedienta. Foto EDH/ Jessica Orellana Douglas Martínez se sumergió a pescar desde las 6 de la mañana y, luego de tres horas, una docena de tigrillos, o Guapote tigre, aún se movían ensartados en una pita. Estaba equipado con un traje de neopreno, careta de buceo y un lazo de nylon que se amarra al pie para controlar la profundidad a la que desciende y proteger sus pulmones. En sus manos, un arpón y una linterna a prueba de agua. La pesca del Guapote tigre bajó a 45 mil kilos, la del ejote a 179 mil kilos, y la de la tilapia, en cambio, subió a 12 mil kilos. Sin embargo, ninguna otra especie ha sido tan mermada como la mojarra: de 20 mil kilos pescados en 2016, pasó a 6 mil kilos en 2019. Foto EDH/ Jessica Orellana En 2016 lo que más se pescó en el Lago de Ilopango fue ejote, de los que María Esther antes capturaba abundancia, con 194 mil kilos; y 63 mil kilos de Guapote tigre. La tilapia apenas fueron 7 mil kilos, el número más bajo de todas las especies reportadas. Foto EDH/Jessica Orellana Miembros de una iglesia evangélica hacen bautizos a las orillas del lago que, según monitoreo de la UES, está contaminado por metales pesados y algunos superan varias veces las cantidades aptas para el consumo humano. Foto EDH/ Jessica Orellana Foto EDH/ Jessica Orellana Donde desemboca el río Chagüite es el lugar donde el plástico y la basura bajan por toneladas. Desde hace unos cinco años, la Fundación Amigos del Lago construye ecobordas recicladas a partir del mismo plástico que inunda el lago, con el objetivo de detener toneladas de plástico. Foto EDH/ Jessica Orellana Con un lago en común y a unos 40 minutos de distancia en lancha, la parte alta del cantón Joya Grande es el polo opuesto. Una calle de tierra inclinada en la que viven entre cinco y ocho familias es una isla reseca. En los últimos tres años, han tenido agua unas tres o cuatro veces en sus casas. Foto EDH/ Jessica Orellana Un poblador, que pidió omitir su nombre, explica que el problema uno es la poca fuerza de la bomba, que no alcanza a subir el agua. El problema dos es la tubería y muestra el camino polvoso frente a las casas. A ras de tierra, visible, está la tubería, que queda más expuesta a cada paso de personas y vehículos por la aridez y lo inclinado del terreno. Foto EDH/ Jessica Orellana En 2016, un estudio específico sobre la presencia de metales pesados en el Lago de Ilopango y publicado por la revista Ciencia, Cultura y Sociedad de la Universidad Evangélica de El Salvador reseñó entre sus antecedentes que entre 2009 y 2016 la presencia de metales pesados ha ido en aumento en el cuerpo de agua y detectó otros elementos tóxicos fuera de norma como talio y selenio. Foto EDH/ Jessica Orellana ANDA plantea en su EIA que, como mínimo, se harán 300 monitoreos de calidad del agua por año una vez la planta esté en funcionamiento.
Por el momento, los únicos que hacen un monitoreo permanente es la UES en conjunto con otras instituciones, como el MARN y la Fundación Amigos del Lago. Mientras tanto, San Salvador, una ciudad sedienta, espera con expectativa los monitoreos de calidad del agua una vez la planta entre en funcionamiento. Foto EDH/ Jessica Orellana
*Trabajo colaborativo de Suchit Chávez, Jessica Orellana, Damaris Girón, en alianza con El Diario de Hoy yFactum, para la beca FOCAP
MÁS SOBRE ESTE TEMA
KEYWORDS
China Contaminación Fotogalerías Lago De Ilopango Nayib Bukele Ver Comentarios