Foto de noche del casco de la hacienda Santa Bárbara, en el Paraíso, Chalatenango, construida en los años 40 del siglo pasado. Foto EDH/Jonatan Funes Lo que fue el lujoso casco de una hacienda hoy es una infraestructura que se cae a pedazos sin que las autoridades hagan algo para rescatarla.
Foto EDH/Jonatan FunesLa Casona de Santa Bárbara pasó de ser una joya arquitectónica, con acabados de lujo y vajilla de plata, a un inmueble que está prácticamente en el olvido. Los secretos, leyendas y misterios que se cuentan son diversos.
Foto EDH/Jonatan FunesImagen de Santa Bárbara en azulejos firmada en 1944.
Foto EDH/Jonatan FunesUn ataúd abandonado despúes de una actividad de Halloween organizada por la alcaldía de El Paraiso, chalatenango.
Foto EDH/Jonatan FunesCuando el sol se oculta, la atmosfera cambia. Sin duda, pareciera que se abre el portal que da paso a los sucesos extraños, aunque los habitantes aseguran que quizás esto es producto de la imaginación.
Foto EDH/Jonatan FunesLos arcos de las habitaciones del primer piso están adornados con volutas de estilo neocolonial que estaba de moda en los años 40 y 50 en El Salvador.
Foto EDH/Jonatan FunesEs una casa que llama la atención por todos los ángulos que se mire, produce intriga a cualquiera que la vea.
Foto EDH/Jonatan FunesSanta Bárbara. La imagen pintada en 1944 luce intacta.
Foto EDH/Jonatan FunesSe dice que en una de las habitaciones del segundo nivel dormía un padre y era el único que tenía acceso a la habitación.
Foto EDH/Jonatan FunesDe la segunda planta solo han quedado unos polines de madera con tablas.
Foto EDH/Jonatan FunesDetalle de los adornos y materiales de una de las puertas de la casona.
Foto EDH/Jonatan FunesLos habitantes de la Hacienda Santa Bárbara mencionan que la casa fue construida con un tipo de pegamento especial. Sus paredes lucen destruidas.
Foto EDH/Jonatan FunesDetalle del interiores de uno de los sanitarios que existía en la casa.
Foto EDH/Jonatan FunesLa casa todavía mantiene los ventanales con diseños muy de la época.
Foto EDH/Jonatan FunesLo que queda del piso de unas de las habitaciónes de la casa. En total eran 10 salones.
Foto EDH/Jonatan FunesEn la casa únicamente hay dos escalones de madera. De la segunda planta no queda nada.
Foto EDH/Jonatan FunesPórtico. Los arcos que dan la bienvenida a los visitantes de la casona.
Foto EDH/Jonatan FunesDetalles de lo que fueron los muros de lo que fueron las bodegas y otros salones en la hacienda Santa Bárbara.
Foto EDH/Jonatan FunesPuertas. Hechas de madera con chapa y adornos en metal.
Foto EDH/Jonatan FunesLa edificación conserva las características que identifican a muchas de las viviendas que fueron construidas a principios del siglo pasado.
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