Raúl Cuéllar tiene 50 años de edad y la mitad de esos años se ha dedicado a administrar el "Hospedaje Suchitlán", un negocio de alojamientos ubicado sobre la 6a Avenida Sur, entre la 4a y 6a Calle Oriente, a un costado del demolido ex Cine Libertad. Foto EDH/Emerson Del Cid 
Parte del hospedaje está instalado en una casa antigua. Esta aún conserva la estructura de lámina y madera típica del San Salvador de inicios del siglo XX. Foto EDH/Emerson Del Cid 
Hospedaje Suhitlán 1 y 2, en el Centro de San Salvador. Ubicado a un costado del ex Cine Libertad. Foto EDH/Emerson Del Cid 
Sofisticada moldura en el techo de machimbre de la antigua casa que ha perdurado en el tiempo por haber sido tallada en madera de cedro. Foto EDH/Emerson Del Cid 
Aspecto de una de las habitaciones más modestas del hospedaje, las de "para el rato". Foto EDH/Emerson Del Cid 
Josselyn y su familia rentan una habitación que hoy es su hogar, pero siempre con la vista puesta en un futuro en el cual mejorarán sus ingresos y se mudarán a un lugar más amplio. Foto EDH/Emerson Del Cid 
En un solo cuarto tienen todo: La cocina, un pequeño microondas, una televisión antigua, un pequeño armario, ventilador, un camarote y dos colchones. Ella cuenta que para eso les alcanza la vida, de momento. Foto EDH/Emerson Del Cid 
Los hijos de Joseelyne y otros niños ocupan los pasillos del hospedaje como zona de juegos. Foto EDH/Emerson Del Cid 
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También conserva las molduras de madera con muchos colochos. Sin duda, por su antigüedad, es una construcción que podría considerarse un bien cultural. Foto EDH/Emerson Del Cid 
Como casi todas las casas y edificios del centro, la casa conserva el antiguo y casi indestructibles pisos de baldosas de cemento. Foto EDH/Emerson Del Cid 
Parte de la fachada queda frente a una valla que tapa la vista a las obras de demolición del ex Cine Libertad, donde se construye nuevos cines. Foto EDH/Emerson Del Cid 
El administrador aún no ha ideado un plan B para hacer dinero si diera el caso de que alguien compre la casa o las autoridades desalojen la cuadra para dar espacio a otro proyecto. Foto EDH/Emerson Del Cid 
"Le aviso si lo vendo", fue la última frase que escuchó por parte del propietario del inmueble, quien hace unos años colgó un rótulo en una ventana de la fachada con un "Se vende propiedad" y con el espacio para un número telefónico que no tiene ningún número, probablemente porque ya fue borrado por los rayos del sol. Foto EDH/Emerson Del Cid
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