Datos que quizá desconocías sobre la versión salvadoreña de la leyenda de “La Descarnada”

Es un mito que surgió en la década de 1980. Según los relatos era frecuente ver a una mujer durante la noche en la carretera que conduce de Santa Ana a Chalchuapa.

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Foto Referencia Pixabay

Por N. Hernández / Agencias

2019-07-30 6:01:29

Se dice que una hermosa y joven mujer solía verse a altas horas de la noche en la carretera que conduce de Santa Ana a Chalchuapa. Ella acostumbraba pedir “ride” a los hombres que viajaban solos en la carretera.

Cuando el vehículo paraba y el hombre preguntaba hacia dónde se dirigía, ella les mencionaba algún lugar cercano y ellos no dudaban en subirla al vehículo.

“Pero, ya dentro del vehículo, la mujer empezaba a mirarlos de manera provocadora y a seducirlos”, según la publicación del sitio Leyendas Urbanas.

Pero eso no era todo, cuando los hombres empezaban a acariciarla y querer propasarse con ella, “la bella dama se transformaba, la piel se desprendía poco a poco, quedando entre las manos del hombre restos de piel y músculos. Incluso una vez que el hombre quedaba paralizado por el miedo y detenía sus caricias el proceso de descomposición y degradación continuaba hasta que la mujer se presentaba como un esqueleto viviente”.

La víctima de “La Descarnada” quedaba en shock y era incapaz de explicar qué le había ocurrido.

Se desconoce el origen de la extraña mujer, pero la leyenda de “La Descarnada” aún se mantiene en el imaginario popular de la población. Además, a pesar de que la versión salvadoreña es la más famosa, existen otras historias similares.

Una de las más impactantes es la versión azteca:

La leyenda tiene su origen en Tenochtitlán donde vivía un valeroso y célebre guerrero con su esposa. La pareja no tenía hijos y ella era despreciada entre los miembros de la comunidad por ello. Además, según la tradición, la mujer infértil debía ser expulsada de la sociedad, pero el guerrero la amaba tanto que siempre la defendió ante las personas de la comunidad.

Sin embargo, un día él fue enviado a la guerra y justo después de haber salido ella se dio cuenta que estaba embarazada. Corrió tras él para darle la noticia, pero un grupo de mujeres la apedreó y causó la muerte del bebé.

Ella rogó a los dioses que la ayudaran en su venganza y ellos le concedieron el poder de arrancarse la piel para aterrorizar a aquellas mujeres y matar a sus hijos. Durante las noches ella se quitaba la piel para ir a matar y luego volvía a su apariencia normal.

Cuando su esposo volvió de la guerra se dio cuenta de lo que ella hacía, entonces lanzó sal a la piel de su esposa para que no la volviera a usarla.

“Al regresar de su cacería, la mujer del guerrero se puso la piel, pero la sal le causó tal dolor que ella terminó muriendo retorciéndose de agonía. Había nacido La Descarnada. Nunca más la volvieron a ver, pero desde su muerte fueron frecuentes las historias que hablaban de aterradores alaridos y lamentos que se oían cuando una mujer daba a luz, aunque esos alaridos y lamentos no provenían de la reciente madre sino del espíritu de La Descarnada, envidiosa de aquellas mujeres capaces de traer el hijo o la hija que ella nunca pudo engendrar”, relata el sitio de Leyendas Urbanas.

Cabe destacar que en El Salvador la leyenda empezó a surgir en la década de 1980 y se cree que fue un mito difundido para tratar de desviar la atención de la población sobre los temas de interés nacional.