A tan solo unos meses de registrarse la ofensiva final “Al tope” del FMLN, en noviembre de 1989, los salvadoreños no dudaron en relajarse durante el verano de 1990 y olvidarse así de todo el estrés que generaban las malas noticias.
Con el tiempo, las partes involucradas en el conflicto armado concluyeron los más de diez años de lucha con los Acuerdos de Paz de Chapultepec de 1994.
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Pero las páginas de los principales medios de comunicación, grabaron en la memoria histórica el espíritu aguerrido de los cuscatlecos que pese a todo lo que acontecía no dudaron de disfrutar de sus vacaciones de verano, año con año de la última década del siglo XX.
Las páginas de El Diario de Hoy son prueba de ello. Así, en la edición del suplemento dominical Hablemos del 1 de abril de 1990, se puede admirar la moda de verano que las jóvenes utilizaron en esa época.
Un grupo de cuatro chicas posaron felices para el periódico mientras caminaban por la playa, con sus atuendos veraniegos.
En las páginas interiores, plagas de instantáneas de las vacaciones, destaca una guapa joven luciendo su curvilínea figura en un atrevido bikini, durante una pasarela de trajes de baño que se llevó a cabo en El Zunsal, que se convirtió en uno de los grandes atractivos de los veraneantes.
A pesar de que la ofensiva guerrillera recién había acontecido, las principales playas del país lucieron abarrotadas de visitantes.
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Entre las más visitadas figuraban la Barra de Santiago, Acajutla, El Majahual, San Marcelino, Los Blancos, el Estero de Jaltepeque, la Bahía de Jiquilisco, El Espino, El Cuco y El Tamarindo.
Además de los desfiles de trajes de baño, que no faltaron en las vacaciones de verano de dicha década, también se disfrutaba de los deportes de playa.
Pero a diferencia del futbol de hoy en día, los jóvenes se aventuraban en las competencias de voleibol, tenis, jet-sky y tricimotos. Estas últimas fueron muy criticadas, por el peligro que representaban para los veraneantes.
En los periódicos de la década, se inmortalizaron tales campeonatos, que solían atraer a mucha audiencia.
Para la juventud noventera, la Costa del Sol fue uno de los destinos más populares, pues además funcionaban en el lugar varios hoteles como “El Tesoro”, que llegó a tener una de las discotecas más famosas del litoral salvadoreño.
Obviamente, las fiestas de verano fueron un imperdible en esa época y la playa de San Diego era otro de los escenarios más visitados.
Por ejemplo, en la vacación de 1992, se llevó a cabo el torneo de tenis “Costa del Pacífico”, organizado por el Jet Set Tenis Club de San Diego, en la que participaron alumnas de las Escuelas Móviles de Tenis (Emotenis).
Pero además de los conciertos tropicales en los centros turísticos, payasos y juegos de competencia -como la halada del lazo en la bocana de la Costa del Sol-, los sensuales “Tanga Show” y la actividad deportiva, también circuló “El Tren de la Alegría” en el occidental departamento de Sonsonate.
Organizado por el Instituto de Turismo, con la cooperación y coordinación del gran Lito Barrientos, miles de persona aprovecharon para recorrer en tren dicha región de El Salvador, para recordar la época de los ferrocarriles en suelo nacional.
En la Semana Santa de 1991, el tren viajó de Sonsonate a Acajutla, en un viaje especial con show de payasos y la animación de la Orquesta de Lito Barrientos.
No cabe duda que aún en medio de la incertidumbre previa a la firma de los Acuerdos de Paz, los compatriotas sabían muy bien el significado del dicho “Al mal tiempo, buena cara”.
En 2024 no será un conflicto bélico o las pandillas las que acecharán a los veraneantes, esta vez el enemigo del que hay que protegerse es el calor y el sofocante sol.