Leyendas salvadoreñas cobraron vida ayer por la noche en las calles de Tonacatepeque, donde se llevó a cabo el Festival de la Calabiuza. Esta edición estuvo cargada de mucha energía y Carretas Chillonas, que tuvieron protagonismo entre antorchas y gritos.
La Siguanaba, El Cipitío, el Padre Sin Cabeza, Cadejos blancos y negros, El Muerto, El Diablo, La llorona y docenas de calaveras y ángeles recorrieron varias cuadras haciendo travesuras y emocionando a los asistentes.
#EnVivo | Tonacatepeque celebra hoy la tradicional Calabiuza, una festividad ancestral previa al Día de los Santos Difuntos, en la que se realzan los personajes mitológicos de El Salvador.
"El año pasado no estuvo así de lleno y de tantos participantes, por la pandemia, pero hoy ya se siente así como antes", señaló Paulina González, de 71 años, quien creció rodeada de estas tradiciones..
Con unas décadas menos de edad, está Rogelio Bolaños de 39 años, quien insistió en que pocas veces se había divertido tanto, ya que persiguió a las carretas en todo su trayecto.
"Casi, casi, me agarran las 'patas' (risas), pero corrí bastante, sí me he reído y mi familia también", expresó el originario de Cabañas.
Y es que como en todas las fiestas patronales, los visitantes provienen de diferentes partes del país.
ENTRE MUERTOS Y LEYENDAS
Docenas de niños, adolescentes y adultos se ataviaron en la piel de las diferentes leyendas de la cultura salvadoreña, todos listos para celebrar, está tradicional fiesta.
Risas, tambores y gritos abundaron desde el inicio; cientos de salvadoreños se avocaron a las calles de este sitio que fue testigo del paso de las carretas chillonas, que sorprendieron con sus escabrosa decoración.
Como para la temporada, se acostumbra degustar el ayote en miel, dulce de camote y güisquil salcochado surgió el nombre que identifica a esta colorida y mágica fiesta.
Durante todo el día se realizaron distintas actividades, pero fue a las 6:00 p.m. que se encendieron las antorchas y dio inicio este evento que ha cautivado al público por décadas.
Los visitantes locales y extranjeros no solo disfrutaron del recorrido de las Carretas Chillonas y la presencia de los seres mitológicos de Cuscatlán, también tuvieron la oportunidad de degustar una diversidad de platillos de la gastronomía salvadoreño que ofrecieron una diversidad de emprendedores.
Los habitantes de Tonacatepeque revivieron la tradición de la Calabiuza en una noche plagada de magia y alegría.
Hay que destacar que la localidad fue decorada de forma alusiva a ese sincretismo que une los ritos religiosos dedicados a los difuntos y las leyendas paganas recreadas por el realismo mágico latinoamericano.
Los personajes también se ubicaron en el parque central para que los visitantes tuvieran la oportunidad de tomarse fotografías con ellos.
“Ya hacía falta ver a Tonacatepeque alegre, esto también atrae gente para las ventas, que compren a los que viven acá”, afirmó Luis Campos.