En el centro de la “Ciudad Morena”, frente al Parque Libertad, se encuentra la iglesia principal de la diócesis católica de la ciudad de Santa Ana, con advocación a la Señora Santa Ana, la madre de la Bienaventurada Virgen María y abuela de Jesús de Nazaret.
Anteriormente, en el mismo lugar se encontraba la parroquia central, la cual fue construida entre los años 1575 y 1576. Esta edificación fue parcialmente destruida por un rayo en el siglo XIX.
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Debido a su deterioro, se iniciaron los preparativos para reconstruir la catedral; se autorizó en 1904 y para el 21 de enero de 1906 comenzó su edificación. Fue consagrada cinco años más tarde, en 1913, sin embargo, la construcción continuó en esas décadas hasta finalizar el 24 de febrero de 1959, cuando se terminó de elaborar el altar de mármol de la Señora de Santa Ana.
Esta obra presenta una fusión de estilos arquitectónicos que reflejan las influencias históricas y culturales de la región. Su diseño original se basa en el estilo neogótico y bizantino, que se caracteriza por sus arcos apuntados, vitrales elaborados y detalles ornamentales exquisitos, y se diferencia del estilo colonial español de la mayoría de las catedrales de El Salvador y también del resto de Latinoamérica.
La fachada es impresionante, orientada hacia el poniente en dirección al Parque Libertad, con tres puertas de entrada y una torre central imponente que se eleva hacia el cielo. La riqueza de los detalles arquitectónicos, como los rosetones y las gárgolas, dan testimonio del esmero y la dedicación invertidos en su construcción.
El interior del templo resguarda 28 imágenes, cuatro confesionarios, 118 bancas y 52 lámparas, su forma completa es una cruz latina. Consta de tres naves que forman una cruz, la nave central tiene 22 metros de largo y ancho, y las laterales miden 12 metros de largo y ocho de ancho; por último, en la torre norte hay tres campanas manuales, y la gran campana Ana, consagrada en julio de 1949.
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UNA IGLESIA RADIANTE
A partir del pasado mes de abril, gracias a una iniciativa entre la Alcaldía de Santa Ana, el Ministerio de Cultura y los permisos correspondientes por parte de la iglesia católica, esta joya santaneca brilla con 246 luminarias instaladas estratégicamente en el templo, con el objetivo de realzar su belleza.
Antes de realizar este proyecto, se llevó a cabo un exhaustivo estudio por medio de la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural para garantizar la preservación del edificio, ya que forma parte del patrimonio cultural salvadoreño desde su declaración en 1995.
Las luces fueron colocadas en la fachada, los balcones, las paredes laterales, las torres de los campanarios y en la cruz principal.
“Invitamos a todas las personas a que se acerquen a nuestra iglesia catedral, una iglesia muy hermosa en el sentido cultural y por la fe. Está muy bonita una catedral iluminada, pero lo más importante es la fe. Todas las actividades en estas fiestas van alrededor de la fe y les invito a que vivan la experiencia de las eucaristías y celebraciones de este año”, expresó el Padre José David Guardado Calderón, párroco de la catedral.
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En esta temporada del año, los colores dorados del atardecer se combinan con las luces de la edificación, las cuales son en su mayoría de tonos cálidos y algunas en tonalidades neutras y toman intensidad a medida que anochece.
Inicialmente, el alumbrado iniciaba a las 6:00 p.m. hasta la medianoche, pero por la afluencia de turistas y el movimiento nocturno de la zona, se tomó a bien extender el horario hasta las 2:00 a.m.
