"Hola, hola, hola, número, número": ese eran las palabras que expresaba una guacamaya en Furesa, un parque con animales en peligro de extinción, que ahora se ha convertido en la única joya que los salvadoreños pueden visitar para apreciarlos.
¿Por qué la única joya? Con el cierre del parque Zoológico Nacional, ahora no hay otra opción para conocer, apreciar y retratar leonas, un león, dos hipopótamos, un oso, y otras especies.
Furesa, Fundación de Refugio Salvaje, está en el kilómetro 36 y medio de la carretera hacia Jayaque, justo en el cantón Las Graditas, en el departamento de La Libertad. El terreno del parque es de 220 manzanas de área protegida.
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Para llegar debes tomar la carretera que va para Sonsonate, y justo en el desvío de Ateos encontrarás el desvío que te lleva a Jayaque.
En época de invierno, la aventura se vuelve más atrevida, el clima y humedad pueden hacer tu visita en toda una aventura, por eso lo mejor es llevar buenos tenis, una capa o chumpa impermeable.
Si quieres una actividad más extrema, pues hay un canopy, que por un pago adicional, también puedes sumar a la aventura.
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Furesa alberga más de 100 ejemplares de 31 especies en peligro de extinción; junto a ellos toda una reserva natural y una diversidad de plantas, que se complementa con una espectacular cascada.
En Furesa, inicias el recorrido donde están las tortugas gigantes, esperando por las fotos. Para el recorrido debes prepararte con ropa cómoda y abundante líquidos, porque tendrás que subir caminos, gradas, caminar mucho para ver a todos los animales.
El costo de la entrada es de $10 para adultos y $8 para niños, no te puedes perder este paseo en contacto con la naturaleza.