El Centro Histórico de San Salvador da la bienvenida a un nuevo hotel de lujo bajo la reconocida línea Cardedeu. Ubicado en el lugar que alguna vez albergó al histórico Teatro Colón, esta nueva edificación combina el esplendor clásico del pasado con un diseño moderno y exclusivo.
El hotel ha sido presentado a través de un video publicado en las redes sociales de Cardedeu y del creador de contenido Carlos Barrientos, conocido por su destacado trabajo como filmmaker y fotógrafo. El material audiovisual resalta detalles como su arquitectura, que busca conservar los orígenes del edificio original mientras incorpora un estilo de lujo contemporáneo.
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Entre los espacios destacados se encuentran una elegante área de bar, diseñada para el máximo confort, y una terraza con vistas privilegiadas hacia la plaza Gerardo Barrios y los edificios históricos que la rodean. Estas características convierten al hotel en un destino atractivo no solo para hospedarse, sino también para disfrutar de la riqueza visual del corazón de San Salvador.
Sin embargo, el anuncio del nuevo hotel ha provocado opiniones divididas en redes sociales. Por un lado, varios usuarios han expresado su descontento, argumentando que este tipo de proyectos contribuyen a la gentrificación del Centro Histórico, limitando el acceso a espacios de calidad únicamente a personas con alto poder adquisitivo, mayormente turistas extranjeros. Comentarios como “¡Qué bonito están gentrificando al centro!” y “Un hotel hecho no para salvadoreños” reflejan el malestar de algunos sectores.
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Por otro lado, hay quienes defienden este tipo de iniciativas como una oportunidad para el desarrollo y revitalización de la zona. "Hoy la gente se enoja porque haya cosas caras en El Salvador, como si fuera obligación ir ahí", respondió un usuario, enfatizando la libertad de elección en un mercado diversificado.
El hotel Cardedeu no solo representa una adición notable a la oferta turística del Centro Histórico, sino que también reabre el debate sobre la transformación de espacios históricos y el equilibrio entre el desarrollo económico y la inclusión social en zonas de alto valor cultural.