El Salvador se identifica por su comida única en sabores y variedades, donde se preparan diferentes platos como lo pueden ser los tamales, los panes con pollo, yuca frita y las pupusas no son la excepción; ya que son uno de los platillos que más deleitan el gusto, tanto de los salvadoreños como de extranjeros.
Las pupusas se han transformado en uno de los manjares típicos y más característicos de la gastronomía salvadoreña en los últimos tiempos, por lo que es importante recordar que la historia sobre “El Día de la Pupusa” como tal, se remonta el 1 de abril del año 2005 y fue establecido oficialmente por la Asamblea Legislativa de El Salvador, el cual otorgó que cada segundo domingo de noviembre se celebraría ese día.
Por tradición y preparación, la pupusa se hace a mano, el cual en su elaboración esencial consiste de una tortilla a base de una masa de maíz o arroz, así como preparada con uno o más ingredientes y acompañadas con una mezcla perfecta de curtido y salsa de tomate.
Además, una de los hábitos más usuales en los salvadoreños al momento de saborear las respectivas pupusas es por la forma habitual de comer, ya que lo hacen directamente con las manos, partiendo poco a poco y sin utilizar ningún tipo de cubierto; aunque en algunos casos, habrá personas que les será cómodo comer las pupusas haciendo uso del tenedor.
Pupusas de gran variedad
Las pupusas pueden ser elaboradas con una amplia variedad de ingredientes, por lo que cada salvadoreño optará por su preferencia y gusto a la hora de comerlas...
En la particularidad de las pupusas tradicionales se encuentran los ingredientes clásicos como frijol, frijol con queso, queso, queso con loroco, de revueltas y de chicharrón; de tal modo que una pupusa sin alguno de estos ingredientes no puede considerarse “típica”, porque no hay persona que pueda negarse a comer pupusas de queso, frijol o revueltas.
Con el pasar del tiempo se han establecido nuevas adaptaciones en torno a las pupusas, que incorporan otros ingredientes peculiares y exóticos como lo son de res o carne de pollo, camarón, pescado o incluso con hojas de chipilín, mora, espinaca o ayote, de ajo y de chile.
Diversidad de actividades
En algunos lugares se tiene la tradición de realizar eventos culturales o concursos, donde se invita a las personas a participar y competir, con la intención de crear un ambiente entretenido, de sana diversión y pasar un momento cálido en familia y amigos.
Y, así como existe una amplia variedad de ingredientes en cuanto a pupusas se refiere, pues también se tiene una diversidad de actividades que se hacen para festejar el día y que podrás estar presente o participar en uno de ellos. Te detallamos cuáles:
La pupusera más rápida. La competencia consta en que las concursantes, siendo mujeres y niñas, deben de preparar la mayor cantidad de pupusas en un tiempo de cinco minutos y se premian a las ganadoras con increíbles recompensas.
Comelones de pupusas. En esta actividad las reglas son simples, consiste en que los participantes deben ser mayores de 18 años y tienen el reto de comer la mayor cantidad de pupusas en un tiempo establecido, esto para reconocer y recompensar a quien come más.
Las pupusas como identidad de El Salvador
Es increíble como El Salvador es rico en variedad por su gastronomía, siendo las pupusas el plato nacional y muy apreciado para las personas, tanto por los salvadoreños como extranjeros; ya que son muchos los lugares que se suman a esta celebración y cada una brinda una agradable experiencia, el cual las pupusas se han vuelto un elemento crucial y se sigue festejando a lo grande.
La pupusa gigante en Olocuilta
Olocuilta es el municipio del departamento de La Paz y está ubicado a 25 kilómetros de San Salvador, sobre la autopista al aeropuerto internacional Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Asimismo, es popular por ser una de las ciudades que elabora más pupusas en todo El Salvador y es acreedora del Guiness World Records por elaborar “La pupusa más grande del mundo”.
Sin duda alguna, este noviembre se festejó a lo grande, tanto turistas nacionales como extranjeros fueron espectadores y partícipes de disfrutar de esta distintiva celebración, así como de apreciar la realización de la pupusa gigante que mide 5.5 metros de diámetro y en su elaboración participaron aproximadamente 70 personas, cerca de una treintena de pupuseras y una cuarentena de hombres encargados de trasladar la plancha hacia la gigantesca hornilla.