Si esta Semana Santa decidiste quedarte en El Salvador y disfrutar con tu familia de unas merecidas vacaciones hay destinos turísticos que te ofrecen otro tipo de atractivos, además de la playa y la montaña.
Sí, en verano también se puede hacer turismo cultural a lo largo y ancho del territorio salvadoreño. Y no nos referimos a los religioso per se, sino a todas esas tradiciones que hacen única la conmemoración de la Semana Mayor en el país.
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Al momento de trazar tu ruta para estas vacaciones, te recomendamos apuntar hacia el interior del país y darle una oportunidad a las expresiones culturales que enriquecen la identidad del "Pulgarcito de América".
Acá te compartimos cinco destinos que valen la pena visitar esta semana, apoyando así a los compatriotas que se esmeran por mantener vivas las costumbres salvadoreñas.
Algunas de esas tradiciones fueron retomadas después de la pandemia por covid-19, que golpeó grandemente a la cultura en el país. Por ello, recordamos igual número de costumbres que en el pasado se han registrado en los medios de comunicación.
TEXISTEPEQUE
Lunes Santo es fiesta en la ciudad de Texistepeque, ahora parte del distrito Santa Ana Norte. En este municipio occidental, es famosa por la lucha entre el bien y el mal que se extiende por casi tres horas.
La tradicional ceremonia de Los Talcigüines atrae no solo a los residentes y turistas locales, su reputación ha cruzado fronteras y también resuena en el extranjero. .
El drama teatral de tinte religioso representa las tentaciones de Jesús en el desierto y mientras el actor que interpreta a Cristo recorre las calles principales, el grupo de Talcigüines atormenta a los visitantes, castigándolos con sus aciales para que purguen los pecados. Si no quieres perderte esta ceremonia, visita a la ciudad temprano en la mañana.
IZALCO
Aunque la vida de las cofradías en la ciudad de Izalco, en el distrito de Sonsonate Este, parece extinguirse con los años, una de las procesiones más vistosas de este legado colonial ha sido la de Los Cristos.
Antes de la pandemia, el Jueves Santo se distinguía en este municipio sonsonateco por esta solemne procesión que iniciaba en horas de la tarde y concluía en la mañana del siguiente día.
Dicha expresión cultural, incluía 12 imágenes de Cristo y era encabezada por cuatro representantes de las 13 cofradías participantes, de las 28 que existían. Cada uno de los grupos porta, además de la imagen de Jesús, el distintivo de su cofradía.
Esta tradición religiosa-cultural surgió en 1882, según narraba el ahora fallecido Manuel Pasasín, quien se desempeño como mayordomo de las cofradías de la Santa Cruz y el Justo Juez.
Si te gusta admirar el arte religioso y disfrutar de la gastronomías de temporada, Izalco es un destino imperdible.
SENSUNTEPEQUE
Al norte del territorio salvadoreño, en la región de Cabañas Este, el municipio de Sensuntepeque se ha hecho famoso por una alfombra de sal gigante.
La espectacular obra de arte -porque eso es- mide no menos de 150 metros y en su elaboración participan decenas de residentes.
Se utilizan 8000 libras de sal, colorantes, mucho ingenio y sacrificio, pues son horas de trabajo, bajo el sol y en medio de una ola de calor que atormenta a los voluntarios.
Pero el esfuerzo lo vale, ahora es una de las grandes atracciones de la localidad en la Semana Santa. Estas creativas alfombras se crean el Viernes Santo, para que la procesión del Santo Entierro pase sobre estas.
En la ciudad de Sonsonate, también se elabora una alfombra gigante en la que participan decenas de residentes.
ANAMORÓS
La Semana Santa no es solo para conmemorar la Muerte y Resurrección de Jesucristo, sino que sirve para recrear otros pasajes de la Biblia como la traición que fue objeto el Señor por parte de unos de sus apóstoles: Judas Iscariote.
En muchos pueblos de El Salvador, como en otras naciones latinoamericanas, colgar un muñeco que representa a Judas, o quemarlo, forma parte de la tradición de la Semana Mayor.
Pero en Anamorós, del distrito de La Unión Norte, la tradición incluye el Testamento de Judas. Esto ocurre la noche del Sábado Santo.
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Se trata de una forma de representar la traición de Judas pero hacia los vecinos, quienes se ven sorprendidos cuando “desaparecen” algunos bienes de los patios de las casas, e incluso animales domésticos o de granja.
El día siguiente, los objetos que fueron sustraídos de las viviendas, incluso de los cantones Agua Blanca, Cedros, El Carbonal, El Cordoncillo, El Tizate, Huertas Vieja, Terroritos y Tulimade, Anamoros, son dejados con el nombre de sus propietarios, en el parque central de la localidad.
Cerca de los objetos aparece un muñeco colgado, que representa a Judas. Cada objeto aparece con el nombre del propietario y un testamento para recordar la traición. Algunos testamentos llevan nombres de personas sobresalientes en la vida de Anamoros.
NUEVA ESPARTA
Otra de las tradiciones que enriquecen la Semana Mayor al oriente del país es la de "Las travesuras de los judíos".
En varias zonas del norte de esta zona del oriente de El Salvador es común escuchar la frase "Parecés judío de Semana Santa", en referencia al grupo de jóvenes que se disfrazan para recorrer las calles repartiendo besos y abrazos a los habitantes.
Esta expresión cultural emula a aquellos judíos que rechazaron, se burlaron, humillaron y condenaron a Jesús a morir en la cruz.
Además de disfrazarse y usar máscaras, los traviesos judíos cargan un muñeco elaborado de paja que representa a Judas el Iscariote, recordando la traición del apóstol.