El Salvador tiene la fortuna de guardar en su territorio diversos ecosistemas que la mano del hombre no ha tocado; bosques, playas, manglares y cascadas. La mayoría de estos paisajes son poco accesibles para visitar, pero ofrecen un verdadero paraíso.
En el lago de Ilopango, se encuentran tres de las cascadas más imponentes del país, que muy pocos saben que existen en la zona sur y son compartidas por los departamentos de San Salvador y La Paz, según destaca un documental realizado por Extinción El Salvador junto a la Asociación Pro Lago Ilopango.
“Es importante destacar las bellezas naturales porque lastimosamente la gente no las conoce, la gente ve el lago como un cuerpo de agua estancada y realmente no es así, hay una desembocadura, hay cascadas que lo alimentan en la época húmeda, es un ecosistema completo”, mencionó en entrevista para elsalvador.com, Ronald Blandón, director del documental y fundador de Extinción El Salvador.
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¿Cómo llegar?
En este sentido, Javier Roshardt, colaborador de la Asociación Pro lago Ilopango, explicó que se llega a las cascadas través de lanchas y con personas que ya conozcan la zona; otra opción es caminar, pero se debe tener en cuenta que el terreno es complicado y el tiempo estimado de recorrido puede variar de 30 minutos hasta más de una hora, dependiendo de las condiciones del terreno y de las personas.
“A las cascadas no se puede llegar en carro, tiene que ser caminando o por agua. Hay varios caminos, el acceso más fácil es a través del parque Ecológico Santa Cruz de la Vega en la parte panorámica”, detalló.
Cabe destacar que, durante la época de invierno se generan varias cascadas en el lugar, se conocen al menos tres; de las más pequeñas y más recónditas hay al menos ocho más, algunas de ellas situadas en propiedades privadas.
Para Roshardt es muy poco probable que el agua de las cascadas esté contaminada porque es producto de las lluvias y porque en el territorio donde se encuentran no hay intervención humana. Manifestó que la única fuente de contaminación que pueden tener es el arrastre de desechos sólidos a través de los recorridos que tienen por las quebradas.
“No son muy conocidas porque están activas sólo la mitad del año y están localizadas en el área del lago donde casi nadie llega. Los lugareños las conocen, pero no tienen nombre. Están escondidas y llegan al lago a través de un riachuelo, otras llegan directamente al lago”, señaló.
De esta manera, la Asociación Pro lago incentiva el turismo comunitario y sostenible en la zona y esperan que poco a poco los lugares sean conocidos, siempre y cuando se haga un turismo responsable, que no influya en la destrucción de los ecosistemas.
Te compartimos el documental: