La vida digital tiene una relevancia y preponderancia cada vez más importante en el día a día. Las redes sociales se han convertido en una de las principales herramientas mediante las cuales nos vinculamos con la familia, las amistades, el ámbito laboral/estudiantil y nuestros hobbies e intereses.
ESET, compañía dedicada a la detección proactiva de amenazas, aseguró que para mantener protegida toda la información personal que circula y lejos del alcance del cibercrimen, es necesario aplicar buenas prácticas que aseguren su integridad y privacidad.
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A continuación, ESET Latinoamérica presenta los 10 mandamientos de la seguridad en redes sociales.
- Publicar solo lo necesario: Cualquier información que se publique en las redes sociales es una puerta que se abre de tu vida privada. Y solo alcanza con que esa información caiga en las manos erróneas para vivir una situación indeseada, ya sea de suplantación de identidad, estafa o engaño. Un párrafo aparte merece la publicación de fotografías de niños y niñas. Sobre todo, porque las leyes de protección del menor son cada vez más fuertes respecto del cuidado de la privacidad infantil, contemplando que todo lo que se publica en internet queda fuera del control de quién lo publicó.
- Configurar la privacidad de cada cuenta: El cibercrimen ha evolucionado a tal punto que cualquier datos puede servir para suplantar la identidad o para llevar adelante algún tipo de estafa. Es por eso que información tan sensible como nuestra fecha de nacimiento, lugar de residencia, trabajo o estudio puede ser utilizado en nuestra contra. Gestionar la privacidad de la información de manera correcta y consciente en cada cuenta que tengamos perfil, es la mejor manera de proteger esta información. Los datos son considerados el nuevo petróleo y son tan atractivos tanto para las empresas como para los cibercriminales. ESET recomienda que antes de publicar algo se analice brevemente si es información que pueden ver todos, y en caso de que no lo sea quizás lo mejor sea no publicarla. Esto refuerza la importancia de prestar atención a los permisos que damos a las aplicaciones que instalamos o a los servicios en los que creamos una cuenta.
- Desconfiar de las personas que no se conocen: Más allá de todos los beneficios que tiene Internet, también existe un Lado B que es necesario tener en cuenta para no llevarse un gran disgusto. Los casos de fraude o acoso lamentablemente son muy comunes en el mundo digital y las redes sociales se han convertido en un nicho cada vez más explotado por los cibercriminales para realizar este tipo de prácticas. La cautela y la desconfianza son dos grandes aliados a la hora de entablar algún tipo de contacto o relación con alguna persona desconocida. Por eso nunca es recomendable aceptar solicitudes de amistad de desconocidos, como tampoco proporcionarles información personal.
- Verificar antes de hacer clic en los enlaces que llegan por mensajes: A través de nuestras redes sociales se reciben mensajes de contactos desconocidos, con promesas de algún beneficio/premio y un link que parecería ser la llave que abre el cofre del tesoro. Pero no: un clic puede derivar a un sitio comprometido que solicita nuestros datos personales o bien a la descarga de software malicioso. Desde ESET sugieren seguir una regla de oro que en estos casos aplica de manera efectiva: cuando algo es demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea.
- Elegir contraseñas largas y complejas: Optar por una contraseña robusta y extensa es otro gran paso para proteger las cuentas de las diferentes redes sociales. Idealmente, deben ser frases que incluyan alrededor de 20 caracteres, letras, números, mayúsculas y caracteres especiales. Un último tip es no reutilizar la misma contraseña en diferentes cuentas, ya que, si una se ve vulnerada, le dará al ciberatacante acceso al resto de las redes sociales. Un gran aliado para crear contraseñas fuertes y no tener que recordarlas es la implementación de un administrador de contraseñas.
- Implementar la autenticación en dos pasos: Todas las redes sociales hoy cuentan con la posibilidad de habilitar este segundo factor de seguridad, para así asegurar una correcta protección de las cuentas. De esta manera, por más que alguien obtenga de alguna manera un usuario y contraseña, no podrá acceder gracias a esta capa extra de seguridad.
- Utilizar una conexión a Internet segura: Un buen primer paso es asegurar que la conexión a la red Wi-Fi cuente con una contraseña segura y verificar que la configuración del router sea la adecuada. En el caso de utilizar una red de Wi-Fi pública, lo ideal es realizar la conexión a través de una VPN y, si se necesita ingresar información sensible o credenciales de acceso, utilizar los móviles para navegar por internet desde el smartphone.
- Realizar backup de la información: Tan importante como mantener protegidos los accesos a los datos personales, es realizar un backup de la información más importante, algo que, ante escenarios como un robo o extravío de un dispositivo o bien ante una infección con malware, será de gran ayuda. Al momento de realizar un backup puede ser muy útil tener en cuenta cómo hacerlo correctamente y cuáles son los errores más comunes que deberás evitar
- Cerrar aquellas cuentas que ya no se utilicen: Con el paso de los años, algunas plataformas van quedando obsoletas y dejan de utilizarse. Las cuentas que se hayan creado pueden representar un eslabón muy débil en lo que refiere a la seguridad en Internet. Por un lado, porque seguramente las contraseñas sean débiles y por otro, porque es posible que estas plataformas no cuenten con una política de protección de datos eficiente y segura. Los ciberdelincuentes podrían utilizar la huella digital en ella. Por ejemplo, usar información sensible como fecha de nacimiento, lugares de trabajo, de estudio o de vivienda, entre otros, para armar un perfil falso que se utilice en una estafa u otro tipo de engaño, usurpando la identidad de algún usuario.
- Contar con una solución de seguridad: Todos los puntos anteriores se verán potenciados con la implementación de una solución de seguridad robusta que brinde protección contra los intentos de phishing, el malware y aquellos sitios o archivos sospechosos que pueden llegarnos a través de las redes sociales.