En El Salvador, el riesgo de un ataque de ransomware se destaca como una de las mayores amenazas en ciberseguridad para las organizaciones. Este tipo de ataque no solo conlleva pérdidas económicas significativas, sino también daños a la reputación corporativa y la pérdida de datos confidenciales. A pesar de las medidas de seguridad implementadas, los cibercriminales continúan innovando para infiltrarse en los sistemas de las organizaciones.
Correos Maliciosos:
Los correos de phishing o con malware son una de las tácticas más utilizadas por los cibercriminales para acceder a los sistemas de una organización. Al engañar a un colaborador y hacer que interactúe con un enlace malicioso o comparta sus credenciales, los atacantes pueden obtener acceso a la red organizacional y desencadenar un ataque de ransomware.
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Robo de Credenciales:
El robo de credenciales de un empleado es otro método común utilizado por los cibercriminales. Pueden obtener estas credenciales a través de técnicas de phishing o aprovechando contraseñas débiles que se reutilizan en varios sitios web. Es crucial que los usuarios utilicen contraseñas únicas y robustas para evitar este tipo de ataques.
Aplicaciones Web:
Según el informe DBIR 2023 de Verizon, aproximadamente el 30% de los incidentes de intrusión en sistemas se llevan a cabo a través de aplicaciones web. Estas aplicaciones, como el correo electrónico o los editores de documentos, son esenciales para el funcionamiento de las organizaciones. Si presentan vulnerabilidades de seguridad, los cibercriminales pueden explotarlas para infiltrarse en la red.
La importancia de protegerse contra el ransomware se refleja en el informe "El Estado del Ransomware 2023" de Sophos, que estima un costo medio de recuperación de $1.82 millones de dólares para las empresas afectadas. Las consecuencias de un ataque de ransomware incluyen la disminución de la producción, el deterioro de las operaciones comerciales, la pérdida de clientes y socios, y pérdidas financieras significativas.
Además de los tres principales vectores de ataque mencionados anteriormente, las organizaciones deben tener precaución con las descargas de malware, los programas de acceso remoto y los errores humanos que podrían facilitar el acceso no autorizado a los sistemas.
Aunque es difícil evitar por completo los ataques de ransomware, las organizaciones pueden fortalecer sus defensas y prepararse para mitigar los daños en caso de una intrusión. La conciencia sobre las tácticas utilizadas por los cibercriminales y la implementación de medidas de seguridad adecuadas son fundamentales para proteger los activos digitales y la reputación de las organizaciones frente a esta creciente amenaza.