¿Qué hizo de extraordinario la madre de Elon Musk, para criar a un multimillonario? Aunque muy poco se hable de Maye Musk, es la responsable tras el éxito del CEO de Tesla.
Con 74 años Maye se posiciona como una de las supermodelos más reconocidas, por su amplia trayectoria profesional, la canadiense-sudafricana ahora parece disfrutar de los placeres de la vida; sin embargo, su realidad no siempre estuvo rodeada de lujos.
Maye llegó a Pretoria en 1950 cuando era una bebé al lado de su gemela Kaye, sus padres Joshua y Winnifred Haldeman, eran dos aventureros que decidieron volar alrededor del mundo, pero principalmente el desierto de Kalahari, donde se enamoraron de África, detalla una publicación del medio argentino Infobae.
Su carrera comenzó a los 15 años cuando ingresó a la escuela de modelos de una amiga de la familia, desde ese momento su rostro se volvió popular en las pasarelas y catálogos; sin embargo, esta fama no cambio sus deseos de explorar el desierto cada verano, escondiéndose entre las bolsas para dormir junto a sus hermanas, por miedo a ser encontradas por las hienas.
Durante su paso por la secundaria conoció al hombre que cambiaria su vida Errol Musk, futuro padre de sus tres hijos. Su matrimonio no fue nada de lo esperado, pues Errol se convirtió en una persona agresiva y que infundía el mismo temor que las hienas.
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Violencia, golpes y un matrimonio fallido
Aunque en reiteradas ocasiones busca resaltar lo bueno de su relación, también lo llegó a describir como “un ser humano horrible, que cometió casi todos los crímenes en los que puedan pensar”, dijo en una entrevista a la revista Rolling Stone en 2017.
Con 20 años Maye fue finalista de Miss Sudáfrica y solo un año después obtuvo su titulo como nutricionista.
Más tarde en su matrimonio la violencia le quitaba la sonrisa, Elon nació en junio de 1971, Kimbal en septiembre de 1972, y la menor, Tosca, en julio de 1974. Los testimonios de la modelo detallan como sufría golpizas en silencio, pero cuando sus hijos comenzaron a ser víctimas, decidió irse, escapar solo con lo que tenían puesto.
Debido a que en Sudáfrica no había divorcio Maye soportó años de maltrato junto al empresario relacionado a las minas de esmeraldas y a quién describe en su libro como “manipulador, abusivo física, emocional y financieramente”.
Con cinco trabajos y tres niños Maye logró mudarse a Canadá, su voluntad y fuerza fueron inspiración para sus hijos años después.
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El impresionante apoyo a sus hijos
Recientemente compartió la anécdota de la primera vez que confió en las inversiones de su primogénito “Tenías 14 años y me pediste que comprara acciones en una compañía en la que realmente creías. Un amigo broker me dijo que era mala idea, así que sólo compré el equivalente a US$1.000 de esa época, que era el máximo monto que estaba dispuesta a perder… Las acciones llegaron rápidamente a US$3.000. Mi amigo entró en pánico y me dijo que tenía que vender, así que yo también me asusté y vendí. Vos no estabas contento; las acciones siguieron subiendo. También creíste que fui injusta en repartir las ganancias entre vos y (tus hermanos) Kimbal y Tosca. ¿Quién estaba en lo cierto?” escribió en su cuenta de Twitter.
La madre del magnate tecnológico hizo grandes sacrificios para que sus hijos no pasaran hambre mientras estudiaban en la universidad de Toronto y ella continuaba su trabajo como modelo. Les daba pan con manteca de maní y legumbres para que sumaran calorías en su dieta. “Ni siquiera tenía citas, por miedo a que al candidato de turno se le ocurriera dividir la cuenta”, dijo Maye al Daily Mail.
En 1995 Maye volvió a confiar todo a sus hijos y les dio el capital para construir Zip 2, dejándola en una situación complicada nuevamente. Al cumplir sus 50 años Elon y Kimbal le celebraron en la mansión de otro inversor e hicieron una dulce promesa junto a un vestido que su madre no podía pagar le entregaron una casita y un carro de juguete con la promesa que iban a hacerlo realidad.
Finalmente en 2020 Maye dijo a Page Six que está pasando por el mejor momento de su vida.