En el concurrido Centro Histórico de San Salvador llama mucho la atención la presencia de un personaje bastante peculiar. Se trata de un divertido tiburón, o mejor dicho de una persona disfrazada de ese animal marino, que entretiene a los turistas con sus enérgicos pasos de baile al ritmo de música noventera.
Debajo de ese disfraz se encuentra Gerson Josué Gálvez Blanco, de 18 años, quien se gana la vida entreteniendo a la gente que todas las tardes acuden a ese espacio público del corazón de la capital salvadoreña.
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Según Gerson, residente de Apopa, él no tiene días específicos para ir a dar su singular espectáculo interpretando al “Tiburoncín”. Dice que por lo general lo hace los fines de semana o cada vez que se le “pelan los cables”.
Gerson sostiene que antes trabajaba en el rubro de la construcción y que ahora él puede bailar con cualquier traje que le pongan, pero, asegura, que su preferido es el del tiburón.
Fue hace varios meses que comenzó a presentar su show a un costado de la Catedral Metropolitana, lo hizo luego de ganarse algunas monedas portando otro disfraz.
“Yo me ponía en otro lugar con otros chamacos con otra botargas que solo se ponen la cabeza. Después dije: ‘bueno, me voy a poner esto (otro disfraz) y le voy a dar otro color a este traje”, expresa Gerson con una amplia sonrisa. “Pero yo trabajaba para una muchacha. Me lo pongo, empecé a bailar y veo que a la gente le gustaba. Conseguí mi propio disfraz y así fui, poco a poco”, agrega.
El divertido bailarín aún no sabe cuál ha sido la clave de su éxito, tanto en el centro capitalino como en redes sociales, donde se han compartido muchos videos de sus bailes.
“Quizá sí sea por lo movimientos y por la música que no es como las demás. La música es hard house y es raro que un bicho de hoy día escuche música de antes”, manifiesta.
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Gerson expresa que sus presentaciones interpretando a “Tiburoncín” comienzan a las 4 de la tarde y que suelen terminar a las 12 de la media noche.
Cabe mencionar que, a lo largo de cada una de sus jornadas artísticas, Gerson hace varios sets. Generalmente en cada uno de ellos solo baila una canción. Durante cada presentación hace extravagantes pasos de baile que incluyen algunos saltos y piruetas.
“Espero unos 15 minutos, tomo agua y vuelvo. La gente se divierte, sobre todo cuando me pongo a asustar a las demás personas o cuando hago las vueltas”, dice el artista
Gerson confiesa que tiene varios disfraces de tiburón, los cuales “gracias a Dios” se los han regalado.
El joven bailarín también manifiesta sentirse satisfecho con lo que hace; que sus actuaciones lo llenan de alegría y porque sabe que entretienen a las personas.
“A mí me da risa la risa de las personas. Hay veces que uno se pone a pensar: ‘¡híjole, este día ha sido gris para mí, pero y ¿si doy un poquito de felicidad?, ¿no caería bien?”, comenta Gerson.
Es importante destacar que en cada espectáculo callejero el joven cuenta con el apoyo de su hermano Ronald Alexander, quien es el encargado de poner la música y recolectar el dinero que voluntariamente da el público. Las ganancia se la reparten entre ellos; además le aportan un poco de dinero a su mamá, que trabaja frente a ellos como payasa pintacaritas.
El personaje llama la atención con sus enérgicos pasos de baile, Video: EDH