Gabriel “El Turrón” Salazar es un ejemplo vivo de superación. El carismático presentador del programa matutino “Arriba mi gente”, de grupo Megavisión de El Salvador, reveló en una transmisión en vivo que tuvo en TikTok con su colega Alejandro “El Borrego” Saravia, algunas de las penurias que pasó de cuando era niño en San Jacinto.
“La vida a uno le va haciendo corazas. Yo, incluso, de chiquito comí lodo, literalmente. Nací de una mamá soltera, en un cuartito (de un mesón) donde no había piso, solo era tierra y nos comían las cucas y las hormigas”, reveló Gabriel.
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En su sorpresivo relato, Salazar compartió un episodio de su vida que lo marcó su vida. Habló de cómo la necesidad y la pobreza lo hicieron buscar trabajo cuando apenas estaba entrando a la adolescencia.
“Me tocó trabajar desde chiquito. Yo me fui a trabajar porque mi mamá no tenía billete, no me podía comprar nada. Yo tenía un pantalón y dos camisas, y los zapatos lo conocí a los nueve años”, manifiesta el conductor de televisión. “Entonces, a los 12 o 13 años yo no aguanté más. Sin decirle a mi mamá, me fui a buscar trabajo al centro de San Salvador. Fui de lugar en lugar pidiendo trabajo. Y yo decía: ‘yo quiero comprar mis cosas porque mi mamá ya no puede”, agregó.
El Turrón contó que, tras pedir trabajo en varios lugares, la dueña de una venta de hamburguesas le dio la oportunidad de laborar para su negocio. Él trabajaría repartiendo hojas volantes en una esquina del centro capitalino; lo haría luciendo un disfraz de ratón.
“Pero el traje era de piñata. Los alambres me atravesaban (los ojos) y la cabeza llena de papel de diario, el cuerpo era de tela. Era un ratón como seco, como un ratón mojado”, recordó.
El Turrón rememoró que muy emocionado se puso el traje y se colocó bajo un semáforo a repartir las hojas con publicidad del negocio.
“Empecé a repartir. No sé cuánto (tiempo) llevaba y yo ya había vomitado, ya no aguantaba el calor. ¡20 minutos llevaba!”, expresó entre risas, mientras El Borrego Sanabria escuchaba con atención.
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Gabriel, de 50 años, recuerda que aquel día, desde la ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde, estuvo parado en la esquina trabajando y sin comer. Para sorpresa de él, en uno de los autobuses que pasaban por el lugar, iba su mamá y él comenzó a saltar para que lo viera.
Cuando regresó a casa luego de su primera y ardua faena, encontró a su madre llorando. Ella lo abrazó y le dijo: “yo sé que vos querés trabajar, yo sé que no te puedo dar tus cosas, pero ya hablé con un amigo que tiene un taller. Si querés trabajar, mejor andá donde él’. Al siguiente día me llevó a trabajar en un taller de mecánica”, dijo el presentado de “Arriba mi gente”.
Tras esas situaciones tan complicadas durante su niñez y adolescencia Gabriel salió adelante gracias a sus esfuerzo, entusiasmo y carisma. Ahora, es uno de las figuras más populares y queridas de la televisión salvadoreña.
Video de carácter ilustrativo y no comercial/ https://www.tiktok.com/@borregosaravia