El príncipe heredero jordano Hussein bin Abdalá y la arquitecta saudita Rajwa al Saif se casaron este jueves, en presencia de numerosos dignatarios y miembros de familias reales.
Los novios se dieron el sí en el Palacio de Zahran, en Amán, ante sus familias y 140 invitados, entre ellos la primera dama estadounidense, Jill Biden, los príncipes británicos Guillermo y Catalina y el rey de los Países Bajos, Guillermo-Alejandro.
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En un ambiente festivo, miles de jordanos celebraron la unión de la pareja --ambos de 28 años-- en las calles de la capital, engalanada con carteles de los novios.
Como parte de los festejos, estos últimos días también hubo fuegos artificiales, espectáculos aéreos y conciertos.
"Hussein es su hijo, ustedes son su familia y es su boda", dijo a los jordanos el 23 de mayo la madre del novio, la reina Rania, en un video difundido en YouTube.
Este tipo de exhibiciones públicas son habituales en la realeza occidental, pero son inusuales en el mundo árabe, donde las monarquías conservadoras rara vez comparten detalles de su vida privada.
El rey Abdalá II, de 61 años y en el trono desde 1999, designó como heredero a su hijo Hussein bin Abdalá desde sus 15 años.
Hussein recibió una educación occidental y ha sido preparado por su padre para su futuro cargo.
El príncipe siguió los pasos de su padre. Estuvo en la Sandhurst, la prestigiosa academia real militar británica, y después estudió Historia en la Universidad Georgetown de Washington.
La futura princesa nació y creció en la conservadora Arabia Saudita, pero también recibió una educación occidental, ya que estudió arquitectura en la Universidad de Siracusa, en Nueva York.